Bilbao. No van a parar hasta lograrlo. La familia de Hodei -el pequeño de tres años que vive conectado las 24 horas del día a una bombona de oxígeno- no da su brazo a torcer. La pasada semana se reunían con el Ararteko para solicitar que su hijo -a pesar del problema de salud- pueda asistir a clase igual que el resto de los niños de su edad. "Nos ha dicho que estudiarían el caso y que ya nos dirán", explica Udiarraga Zorrilla, madre de Hodei. Solo les queda esperar que las instituciones no sigan dando la espalda al problema. El pequeño acude una hora a clase y le ayuda una persona que costea la ikastola Leitoki. "Pero no a costa de que otros niños se queden sin profesor", dice Udi.
El pasado martes enviaron la primera carta al Gobierno vasco para pedir que se hagan cargo de la escolarización de su hijo. "El Gobierno vasco reduce profesores y ayudas a la ikastola y luego cargan al centro con lo de mi hijo. No me parece normal. No tiene lógica" apunta la madre del pequeño. Pero la familia de Hodei seguirá luchando por que sea Educación quien se haga cargo de designar a una persona que asista al niño durante las horas lectivas. "Hasta ahora no han hecho nada. No es suficiente", aclara Udi que asegura que no van a parar con la batalla que han iniciado. "No solo por Hodei, si no por todos los niños que pueden verse en una situación similar. Vamos a seguir luchando porque no han hecho nada. Haremos lo que haga falta para que asuman su responsabilidad", aclara. Han enviado al departamento de Educación una carta, pero van a enviar cuantas haga falta, para mostrar su disconformidad con la solución que han concedido. "Todo corre a cargo de la centro. Ellos no se han molestado".
La familia de Hodei no se cansa. Siguen con su objetivo. "Es vergonzoso tener que llegar a estos extremos para que un niño pueda ir a clase. ¿No es obligatorio?", indica la ama. En el escrito enviado al Gobierno vasco, los padres muestran su disconformidad con la postura del Ejecutivo vasco y solicita a Educación que "pongan a disposición del centro las medidas necesarias. ¿Cómo pueden dejar que el centro asuma el cuidado del niño cuando se está recortando ayuda y gastos a la ikastola?", lanza la pregunta Udi.
Garantías En este sentido, los padres de Hodei piden a través de la carta que les informe de qué han pensado en relación a la situación del pequeño y si van a seguir pasando de su niño y del resto de los niños del centro de Arrigorriaga. "Queremos que nos garantice que nuestro hijo, Hodei, podrá acudir a la ikastola el curso que viene todo el horario escolar, pero siendo Lakua quien aporte los medios necesarios para su escolarización", recoge la carta.
No lo están pasando nada bien. Pero la fuerza no les falta. Lo hacen por su pequeño. Una neumonía contraída hace año y medio derivó en una bronquiolitis oblitelante, dolencia crónica que le impide respirar con normalidad y que le obliga a depender las 24 horas del día de una bombona de oxígeno.
"Los médicos dicen que con el tiempo se le pueden llegar a abrir los bronquios y mejorar pero, si no es así, la solución sería un transplante de pulmones". A pesar de su corta edad, Hodei afronta su enfermedad "con valentía y fuerza" y dando muestras de un carácter "alegre y extrovertido, siempre está sonriendo".