bilbao. Sobre los vestigios del Bilbao del siglo XIX, en el antiguo escritorio mercantil propiedad de la familia Ybarra, se levanta hoy la nueva residencia Ribera para mayores, propiedad de la empresa Sarrikue que inauguró ayer el último de sus tres centros en Bizkaia: "Es uno de los centros privados más grandes de Bilbao", señalaron sus propietarios.
La restauración para acondicionar el inmueble se ha prolongado durante "veinte meses" y a pesar de que se ha mantenido la estructura original del edificio, el proceso de reconversión ha sufrido algunos contratiempos. "Quince días después de adquirir el inmueble hubo una ocupación que finalmente pudimos desalojar", señalaron el arquitecto técnico de ejecución de la obra, Mikel Bilbao, y el director del grupo Sarrikue, Gorka Llaguno.
La estructura de la residencia ocupa una superficie de más 7.000 metros cuadrados, y consta de seis plantas con 127 habitaciones, capacidad para albergar a 195 personas y una planta baja con 50 parcelas de parking y diversos salones, dotados todos ellos con las últimas tecnologías y el mobiliario más avanzado.
"aspecto señorial" Lo cierto es que nada más entrar por la puerta y pasar el recibidor, una infinita escalinata señorial divide dos salones. "Nos han dicho que la planta baja parece un teatro", comentó Gorka Llaguno. Dicha comparación cobra más fuerza una vez se atraviesan los salones. Un inmenso patio interior, adornado con varias lámparas clásicas colgantes, otorga un cáliz especial a la residencia. "Parece un palacio. Es preciosa. Para venir mañana mismo", describieron entusiasmadas las hermanas Mari Carmen y Nieves Martínez, ésta última presidenta de la asociación de jubilados de San Miguel en Basauri.
Uno de los puntos fuertes de este nuevo centro, además de su inmejorable ubicación, justo detrás del Teatro Arriaga, son las vistas desde las habitaciones. "Desde las plantas más altas puedes ver gran parte de Bilbao, la ría y la estación de tren de Abando", apuntó Nieves Martínez, que se quedó muy sorprendida con las dotaciones de cada planta. Esta opinión fue compartida por el concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Ricardo Barkala, que se mostró "impactado por la belleza del edificio" al tiempo que agradeció a la empresa Sarrikue "su apuesta por Bilbao".
Por otra parte, los responsables de la residencia se mostraron satisfechos por ver la obra concluida. "Es un descanso y una satisfacción enorme porque recuperar un edificio como este ha sido complicado", indicó Bilbao. Asimismo, Gorka Llaguno se mostró confiado ante el futuro inmediato del centro y su acogida entre el público. "Va a ser un éxito. De momento, ya hay veinticinco personas apuntadas", señaló. Y es que los primeros reconocimientos no tardaron en llegar. "Está mejor que un hotel. Además, todas las habitaciones tienen baño propio", concluyeron varias personas al finalizar la visita.