Zaratamo
Emocionante. Así es como definió ayer la familia de Josu Lezana la fiesta que sus vecinos organizaron en Zaratamo en favor de este joven en proceso de recuperación de una complicada operación. Desde primera hora de la mañana, la casa en la que residen en el barrio de Elexalde acogió atónita a un reguero de visitas que querían saludar al homenajeado y sus allegados. Entre ellos, algunas caras conocidas como el jugador del Athletic, Koikili Lertxundi, que logró hacer aparecer las lágrimas en los ojos del convaleciente.
Ya en la calle, cientos de personas anónimas participaban en los actos programados para recaudar fondos que ayuden en el proceso de curación de Josu, una persona "noble y vital" que ahora asiste a una espectacular demostración del cariño de toda una comarca.
"Estamos todos con la piel de gallina", aseguraba Andoni Arroita, primo del joven y uno de los organizadores de la jornada festiva, junto a numerosos conocidos de la familia como los miembros de los clubes de pelota y montaña del municipio.
No era para menos viendo que el gentío que se había citado en el barrio era más cuantioso que en cualquier edición de las fiestas del pueblo. Los asistentes llegaron de todas los municipios de la comarca como Arrigorriaga, Arrankudiaga, Zeberio o Basauri, pero también de más lejos, como fue el caso de los trikitilaris de Mungia que estuvieron junto a lo txistularis de Zaratamo, amenizando la mañana hasta la hora de comer.
Llegado el momento, 370 personas abarrotaron el frontón para degustar el menú preparado por Gastronomía Basca y servido por la cuadrilla de Josu para abaratar gastos. "Nos esperábamos gran afluencia, pero esto ha superado todas nuestras expectativas", alabó el padre de Josu, Jesús, acompañado en todo momento por su hija Maider. "Hubiéramos podido reunir a quinientas personas, pero era imposible buscarles sitio a todos, hemos tenido que decir que no a gente que quería venir", aseguraron los organizadores.
Entorno a las mesas y unidos por la misma causa común, daban cuenta del guiso comensales de lo más variopinto. Desde familias con niños, hasta jóvenes músicos con sus amigos y personas mayores. Nadie quiso perderse la oportunidad de aportar su granito de arena para el bienestar de Josu.
Otro síntoma de que la solidaridad de la comarca no ha dejado a esta familia en la estacada fueron los dos mil tickets vendidos de la rifa que se celebró tras la comida. "Hemos reunido cuadros, un jamón, botellas de vino, de txakoli, aceite de oliva y hasta un cabrito y dos conejos cedidos por vecinos y conocidos", explicaron.
Tras la comida, la fiesta continuó hasta bien entrada la noche con la música de Aiko taldea y el concierto de la orquesta Hor Konpon, en la que tocaba Josu, hasta que sintió los primeros envites del tumor que crecía en su cabeza. Sobre su modo de vida y para pedir la colaboración de todos, sus allegados también han creado un espacio en internet -sosjosu.blogspot.com- a través del que se le pueden enviar mensajes de apoyo y ánimo.