Sestao. Los últimos episodios delictivos ocurridos en la zona baja de Sestao han hecho reaccionar de nuevo a Txabarri Garbi. La asociación de vecinos ha publicado una hoja informativa a través de la cual exige a los poderes públicos que se pongan manos a la obra para solucionar de forma urgente los problemas de seguridad ciudadana que, según sostiene, azotan al barrio. Medidas que, bajo su punto de vista, deberían consistir en vigilar el barrio con mayor perseverancia "durante todo el año".
Para Manolo Fernández, presidente de Txabarri Garbi, los acontecimientos ocurridos en los últimos días en torno a la degustación Maite y el bar Rincón son consecuencia de "de la dejadez política". En el primer caso, se produjo una pelea en el entorno del local de hostelería situado frente a la plaza de los Tres Concejos y un grupo de personas respondió a esta agresión atacando la degustación y tratando de prenderle fuego con sus responsables en el interior. En el bar Rincón, se produjo un robo y los ladrones sustrajeron varios artículos de valor, entre ellos nueve cupones de la ONCE, que fueron premiados con 35.000 euros cada uno.
En su nota informativa, que se ha colocado en los portales para el conocimiento general de los ciudadanos, Txabarri Garbi hace referencia a estos dos sucesos para criticar que "mientras el Ayuntamiento presume de seguridad ciudadana en su campaña Apuesta por Sestao, nosotros nos encontramos en menos de una semana con dos casos claros de inseguridad ciudadana". Estos dos sucesos han llegado a las primeras páginas de los periódicos, volviendo a poner en entredicho la falta de seguridad ciudadana en el barrio sestaoarra.
Para evitar este tipo de incidentes, Fernández insta a las administraciones públicas implicadas a vigilar el barrio con mayor frecuencia "en lugar de estar quince días a tope y luego desaparecer", además de pedirles que se olviden de los datos sobre delincuencia "porque hay muchas cosas que ni se denuncian, ni salen en los medios de comunicación".
Por ello, el presidente de la asociación pide a las instituciones que "dejen las estadísticas a un lado y miren más la realidad del barrio". A pesar de los balances positivos que suelen ofrecer los responsables municipales sobre la zona baja, Txabarri Garbi mantiene que "hay gente en el barrio que vive con inquietud", por eso insta al Ayuntamiento y a la Ertzaintza a mejorar la vigilancia, como la semana pasada, cuando fue más visible su presencia. "A veces nos da la sensación de que los agentes solo patrullan durante el día para que les vean los vecinos mientras hacen la compra", lamenta el colectivo vecinal.