Soy un diesel, me falta esa chispa pero tengo mucho aguante y capacidad de sacrificio". Así se define Asier Aguirre en lo deportivo, una metáfora que bien podría aplicarse a su vida personal, donde la superación se convierte en mucho más que un objetivo: es su manera de entender la vida, su manera de vivirla.
Este atleta durangarra de 21 años, comenzó a correr cuando apenas contaba con 8. Sus padres creyeron que sería una buena manera de canalizar la energía de su hijo, un niño muy movido, y así comenzó en el atletismo, como una actividad extraescolar, sin saber que con el tiempo se convertiría en la pasión de su pequeño que, además, contaría con todas las aptitudes físicas y actitudes psicológicas para llegar a sumar consecutivamente dos títulos de campeón Absoluto de España de Cross para personas con Discapacidad Intelectual, el primero en 2010 y el segundo el pasado 13 de este mes en Zafra, Badajoz.
Todo empezó con el deporte escolar, para posteriormente federarse en el equipo Bidezabal. Pero con 19 años, Aguirre, inconformista de manual, decidió "que era el momento de cambiar, de hacer algo diferente y mejorar", tal y como él mismo recuerda, "me veía estancado y me arriesgué, salí a la aventura". Fue cuando fichó por el equipo de atletismo adaptado Javi Conde, momento a partir del cual ha ido alcanzando sus metas y progresando de forma evidente, tal y como se había propuesto. En este nuevo equipo para gente con discapacidad, entrena y compite de manera individual, lo que resulta más exigente, aunque continúa al mismo tiempo en el Bidezabal, donde entrena de forma más grupal con gente "normal", tal y como él explica haciendo un simpático gesto con los dedos índice y corazón de cada mano dando a entender el entrecomillado, y con el que hace un guiño a su interlocutor consiguiendo de este una empatía sincera que se lo lleva de calle. Y es que le hace entender a la perfección la sólida filosofía que este joven tiene, basada en el esfuerzo y el afán de mejora en cada uno de los aspectos de su vida. "O eres duro contigo mismo o no tienes nada que hacer en este deporte, que es muy sacrificado. Yo llego a hablar solo cuando entreno, es mucha comedura de tarro si te exiges". Lo tiene absolutamente asumido, y ha sido la receta para cocinar los éxitos hasta ahora recabados, y que seguro serán muchos más.
Más que deportista
Una gran persona y todo un ejemplo de superación
Sin embargo, sus logros no se limitan a lo deportivo. Hablar con él es aprender; aprender tolerancia, sinceridad, superación, naturalidad, compañerismo... Como cuando se le pregunta por qué foto quiere que se incluya en el reportaje y elige la del pódium del campeonato para que también aparezcan sus compañeros, o cuando habla de los otros atletas del equipo Javi Conde, de menor edad que la suya y con discapacidades más acuciadas, de los que dice sinceramente: "progresan de forma increíble, no saben el mérito que tienen".
Su objetivo continúa siendo mejorar, pero se le queda algo en el tintero, lo dice el brillo ambicioso de sus grandes y expresivos ojos, las Olimpiadas. Londres 2012 es su mayor anhelo. Sin embargo, necesita una licencia que expide el COI tras una exhaustiva evaluación del grado de minusvalía, en dos ocasiones ya denegada, lo que no le hará desistir en ningún caso, no encaja en su personalidad, no es una variable a tener en cuenta.