Luces de faro alumbran el conocimiento
La UPV/EHU inauguró ayer Bizkaia Aretoa, el paraninfo diseñado por Álvaro Siza en AbandoibarraTres auditorios, cuatro salas de exposiciones y un jardín con terraza invocan a la ciencia y la cultura
bilbao. Es un trabajo para la eternidad. No en vano, nadie puede predecir dónde acaba la influencia de la enseñanza, de la divulgación y difusión del conocimiento. En el horizonte de la universidad, la mal llamada república de iguales (da las mismas oportunidades pero no se aprovechan de igual modo...), no se vislumbra frontera alguna. Visto así, Bizkaia Aretoa, el edificio diseñado por el arquitecto portugués Álvaro Siza bajo un manto de mármol blanco y azulejos grises artesanales que reverberan la luz del sol sobre un magnífico jardín con terraza (recordaba a la vieja Akademia griega...), tiene vocación de perdurar en el tiempo. Un inmortal.
No en vano, el nuevo paraninfo de la UPV/EHU que ayer abrió sus puertas acristaladas en Abandoibarra late con el brío de un ser vivo. En su interior, dotado de tecnología de vanguardia, se despliega una fabulosa cartografía de estancias. Desde los tres auditorios (Mitxelena, Baroja y Arriaga), que suman 563 butacas, hasta las cuatro salas de exposiciones (Etxepare, Axular, Chillida y Oteiza),pasando por salas multiusos de reuniones o de informática, las sedes de la Cátedra de Cultura Científica y del Instituto del Euskera, la sede del Consejo de Gobierno de la UPV/EHU; la oficina de gestión cultural, despachos de rectorado, dirección y secretaría o una tienda, Uniberts, abierta al público.
Paseándose en ese dédalo de dependencias, el rector de la UPV/EHU, Iñaki Goirizelaia, se dejó llevar por la poesía. "No es que la Universidad del País Vasco haya venido a Bilbao de repente: siempre estuvo aquí y ahora lo hace con energías renovadas", dijo ante un selecto auditorio. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao; el alcade la villa, Iñaki Azkuna; las consejeras Isabel Celáa y Blanca Urgell; el presidente de BBK, Mario Fernández (la institución financiera es el Médici florentino de esta historia, el mecenas que ha cedido el edificio a la universidad pública vasca...), y Carmelo Garitaonandia, comandante en jefe de esta sala de maquinas del conocimiento desde su papel de vicerrector del Campus de Bizkaia, le escucharon con atención, entremezclados en una académica y social miscelánea de invitados; un gatuperio de nombres propios por el que desfilaron decanos y autoridades académicas como Agustín Martínez Ibargüen, Arturo Rodríguez, Esther Domínguez, Enrique Amezua, Josu Rekalde, Fernando Cayuela, Patxi Sainz, Maite Feitó, Gurutze Ezkurdia, Pedro Luis Arias, Eva Ferreira o Xabier Aizpurua; gente de la política como Belén Greaves, Juan Mari Aburto o Irene Pardo; el presidente del Athletic, Fernando García Macua; Juan Luis Ibarra, José Miguel Corres, José Antonio Zarate; el presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan Mari Atutxa; Juan Carlos Landeta; antiguos rectores como Peio Salaburu y Juan Ignacio Pérez, que portaron las primeras antorchas de la universidad pública vasca; Emilio Guevara, Juan Mari Sáenz de Buruaga, Alfonso Menoyo, Matilde Elexpuru yuna nutrida representación de la sociedad bilbaina. No en vano, la escena recordaba el alumbramiento del Faro de Alejandría, una guía para el conocimiento humano. Era una noche de destellos...
Bajándose al suelo de las frías cifras habrá que decir que el paraninfo supera los 9.000 metros cuadrados construidos, dispone de parking y de una planta baja descomunal: 2.300 metros cuadrados de donde brota una estructura mixta de forjado de acero y hormigón. Para darle relumbre y calor a la puesta de largo Gabriel Villota, director de Proyección Universitaria del Campus de Bizkaia de la UPV/EHU, guió a los presentes entre las tres exposiciones inauguradas al alimón. Estíbaliz Sádaba y Azucena Vieites ejercían de comisarias de la exposición Erreakzioa-Reacción: Uxue Arrieta y Vicente Vázquezdefendían la muestra Etsaia/El enemigo, y el creador vasco Nader Koochaki Etxeberria aparecía en escena como responsable de la exposición XXXXX. Más allá del detalle estético, las tres Gracias recordaban que la cultura correrá entre esos muros. Además de congresos, seminarios, reuniones y otras modalidades el Bizkaia Aretoa concentrará, desde ya, las actividades de BizBAK (Bizkaia Bilbao Arte eta Kultura).
Echándose la noche, y atraídas por la luz de luciérnaga del edificio, dos mujeres intentaban entrar para recorrer el nuevo edificio. No podrán hacerlo hasta hoy. Extramuros, las mujeres fisgaban cariacontecidas, hombro con hombro con el tropel de fumadores que se refrescaba en la noche. Un profesor presente, de cuyo nombre guardo el compromiso de no citar, recordaba a Einstein. "Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada. Y, sin embargo...". En esos puntos en suspensión está la esperanza. El edificio tendrá el uso que le den sus visitantes, prestos a comer el fruto del árbol del conocimiento, les expulsará de algún paraíso pero les abrirá las puertas de otros muchos.