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"Yo defiendo el derecho del fumador a fumar siempre y cuando no obligue a los demás a hacerlo"

El servicio de Prevención de Drogodependencias de la Mancomunidad de Durangaldea lleva doce años organizando cursos de deshabituación del tabaco. En 2010, 80 personas participaron en los cuatro cursos ofertados, donde siete de cada diez pudieron dejar este hábito

Durango. De la incertidumbre inicial manifestada por algunos hosteleros y fumadores en Durangaldea se ha pasado a la resignación y el respeto ante la nueva normativa. El director del servicio de prevención de Drogodependencias, Vicente Fernández, habla con DEIA de la nueva ley y de la metodología que emplean en sus cursos, que retomarán de nuevo en febrero en la comarca.

Aún no ha pasado ni un mes de la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco, ¿qué opinión le merece esta regulación?

Creo que es una buena ley, no me cabe la menor duda. Quizá los que están en contra de la ley tienen un poco de razón porque es un poco drástica, pero no estoy de acuerdo con la gente que dice que es una ley muy restrictiva con las libertades individuales. Nadie te niega que puedas fumar en tu casa, en tu coche o en la calle, pero no obligues a fumar al que no quiere. No nos olvidemos de que la ley tiene dos objetivos claros: uno es la protección de los menores y otro, la protección de las personas no fumadoras. No va en contra de nadie.

¿Y qué opina acerca de los establecimientos que recientemente han invertido dinero en habilitar dos zonas separadas?

Comprendo que el que se ha gastado un montón de dinero en su establecimiento para separar la zona de fumadores de la de no fumadores lo estén llevando mal. Entiendo que exijan indemnización y que digan que ellos no van a vender tabaco. Esto es una incongruencia del estado. No te permite fumar, pero te pide que le recaudes dinero. La ley debería prohibir vender tabaco en los bares.

Finalmente, a pesar de las numerosas quejas, parece que se ha asimilado la nueva ley y la mayoría la respeta.

La gente lo que tiene que hacer es cambiar el chip. Nadie cuestiona que no se pueda fumar en un avión, aunque el vuelo sea de ocho horas, la gente fuma antes de entrar al avión y fuma al salir. En el trabajo los fumadores fuman en sus descansos. Yo soy de las personas que defiende el derecho del fumador a fumar, siempre y cuando no obligue a los demás a hacerlo. A mí cuando alguien se bebe una copa, no molesta que se la beba, me molesta si ese hombre coge el coche y me mata. El que alguien se beba una copa no me obliga a mí a beber, el tabaco si. Es la diferencia sustancial.

La nueva ley puede ser una gran oportunidad para dejar de fumar. Usted sabe mucho de esto…

Llevamos años trabajando para ayudar a la gente a poder dejar un problema. Yo siempre digo que la persona que está enganchada al tabaco tiene un bicho en la cabeza que le dice continuamente que fume. Vamos a conseguir que ese bicho gordito que tienes en la cabeza sea más delgado, porque hay que echarlo para eliminar la dependencia del tabaco.

¿Cuál es la metodología que emplean en los cursos?

Empleamos una terapia de reducción progresiva. Consiste en que si tú fumas veinte cigarrillos voy a ir haciendo durante un mes que tu cuerpo se adapte a una cantidad de cigarrillos por debajo de ocho. Durante un mes la persona seguirá fumando, cambiaremos de marca, cambiaremos el nombre del cigarrillo, cambiaremos la cantidad de nicotina y alquitrán que tiene cada uno, iremos bajando cada vez más. De tal manera que, cuando lleves un mes disminuyendo la cantidad de nicotina que absorbes, el tratamiento es mucho más efectivo y la probabilidad de dejar de fumar es mucho más elevada.

Y tras ese mes disminuyendo la cantidad de tabaco...

En las sesiones se trabajan tres aspectos, la terapia de grupo, el apoyo. Para lograr el objetivo es muy importante el apoyo psicológico, el tener un psicólogo que te ayude en tu proceso de deshabituación de la dependencia psicológica. Es importante tener el apoyo de una terapia de grupo donde halla gente que como tú lo está pasando mal. En los métodos para dejar de fumar no hay que pasarlo mal para conseguirlo.

Al parecer ahora muchos fumadores se decantan por los chicles y parches de nicotina, hasta el punto que en algunas farmacias hay lista de espera para hacerse con ellos.

Sí, la verdad es que son muchos los que intentan dejarlo con estos métodos. Sobre los chicles y parches suelo decir que hay gente que les funciona y les va bien, con lo cual es aplaudible, pero hay para mucha gente que no les es suficiente. Para los que les es suficiente, perfecto, yo jamás critico un método para dejar de fumar, sea hipnosis, acupuntura o hacer el pino, si te funciona bienvenido sea. La realidad es que para un porcentaje muy importante se les quedan cortos estos mecanismos.

La ciudadanía parece que, en ocasiones, le ha perdido el respeto al tabaco, comparándola con otras drogas…

La gente tiene mucho miedo a la cocaína, heroína, pero el tabaco es una droga muy peligrosa. Te da una dependencia gigantesca, mayor que la que produce el alcohol, cocaína o heroína. La sociedad desconoce el poder devastador del tabaco. Debemos de conocer un poco el tabaco, conocer todos los mecanismos que tiene de enganche y todos los mecanismos tanto psicológicos, como terapia de grupo, como farmacológicos para poder abandonar un hábito que es difícil. En España el número de muertos por drogas ilegales en un año esta entorno a las 800 personas. El tabaco mata entorno a 50.000 60.000 personas de las cuales más de 2.000 son vascos. El tabaco mata más que el alcohol, el sida y los coches juntos.

¿Qué le parecen las técnicas del miedo para que la gente se conciencie para dejar de fumar?

Nuestra forma de trabajar siempre es en positivo, nunca en negativo. Nos basamos en todo lo que ganamos. A mí no me gusta funcionar enseñando fotos de cánceres de pulmón horrorosos, la técnica del miedo no funciona. La gente tiene que ser consciente de que cuando dejas de fumar ganas muchísimas cosas.

Por ejemplo...

Lo primero que gana es libertad. La persona puede decidir libremente, fumar o no fumar. Además de ganar en salud, tu bolsillo también lo nota. Con la última subida, 1.500 euros al año si se fuma una cajetilla. Otro aspecto que se gana es autoestima, porque la persona ha podido vencer un problema que tenía. Y si tiene hijos, mayor probabilidad de que sus hijos no fumen, porque los padres y madres que fuman, los hijos de estos, tienen un 70% de probabilidades de fumar.

¿Un consejo para aquellos que estén intentando dejar de fumar?

Fundamentalmente, lo más importante es que no tenga miedo a sufrir. Que se ponga en manos de un especialista y que se deje ayudar. Poner una fecha en el calendario, o incluso que empiece con una reducción progresiva de tabaco. Que disminuya poco a poco el consumo de tabaco, nunca más de un 30% por semana. La gente piensa que dejar de fumar es un sufrimiento y no es verdad.