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Renfe suspende en accesibilidad pero prepara un plan para mejorar sus estaciones

26 de las 43 terminales carecen de ascensor y son inaccesibles para personas de movilidad reducida

Bilbao. La accesibilidad en las estaciones de Renfe en Bizkaia deja mucho que desear; solo 10 de las 43 terminales que conforman la red de Cercanías disponen de ascensor, un elemento esencial para las personas con movilidad reducida. Por ello, la compañía ferroviaria está preparando un Plan de Accesibilidad Universal, que mejorará el acceso en las estaciones de las tres líneas que operan en el territorio. El director de la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Bizkaia (Fekoor), Juan Carlos Sola, considera que este proyecto es una medida "muy necesaria" debido a que, actualmente, la accesibilidad de las terminales de Renfe en el territorio es "muy deficiente".

El Plan de Accesibilidad Universal de Renfe, que ya ha sido puesto en marcha en otras ciudades del Estado bajo la supervisión del Centro Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), pretende garantizar que todas las personas con movilidad reducida puedan viajar en tren sin dificultades a partir del año 2015. El proyecto no solo contempla la instalación de elevadores ya que, como explica la portavoz del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), "para garantizar la accesibilidad a las estaciones hay que tener en cuenta otros factores como la iluminación o el paso de un andén a otro".

Hasta que se concrete la forma en que se llevaran a cabo estas mejoras, Adif ya ha anunciado que colocará ascensores en las estaciones de Peñota, Galindo y Arrigorriaga y que construirá rampas de acceso a la estación de Arrankudiaga, "unos servicios que se irán extendiendo progresivamente a todas las estaciones", afirma su portavoz. Además, otras seis estaciones van a ser renovadas completamente: Olabeaga, Desertu-Barakaldo y Lutxana-Barakaldo, las tres comunes a las líneas C1 y C2 que unen Bilbao con Santurtzi y con Muskiz respectivamente; Sestao y La Iberia, en la línea C1, y Bidebieta-Basauri en la línea C3, que une la capital con Orduña.

El paso de un andén a otro, que se realiza a través de túneles subterráneos, pasarelas sobre las vías o pasos a nivel, es otra de las prioridades del Plan de Accesibilidad Universal. En la estación de Peñota, en la línea C1, Adif tiene previsto instalar ascensores para acceder a la pasarela que permite hacer el cambio de andén. Además de mejorar la accesibilidad de los pasos superiores y subterráneos, el Plan de Accesibilidad Universal contempla aumentar la seguridad de los pasos a nivel a través de pasos strail de caucho que favorecen el tránsito de vehículos y peatones, y de manera especial, de aquellos que tienen dificultad de movimientos. Estos tapices de caucho antideslizante, diseñados especialmente para condiciones climatológicas adversas, ya han sido instalados en dos pasos a nivel en el tramo entre Barakaldo y Muskiz y se irán extendiendo al resto de pasos a nivel de las tres líneas a medida que avance el plan.

Una de cada cinco personas El director de Fekoor considera el Plan de Accesibilidad Universal una auténtica necesidad para muchas personas ante el "deficiente estado actual de los accesos de la mayoría de las estaciones". Según destaca Sola, el colectivo de personas de movilidad reducida engloba a más del 20% de la población vizcaina. "Personas en sillas de ruedas, con muletas, con carritos de bebés y cualquiera que tiene dificultades para caminar", enumera.

En el caso de la estación de Galindo, en la línea que une Bilbao con Muskiz, las escaleras son, según Sola, "un obstáculo insalvable" para cualquier persona con movilidad reducida que pretenda bajar a los andenes situados más de diez metros por debajo de la entrada a la estación. Para garantizar la accesibilidad, Adif tiene previsto "un proyecto de obra con un presupuesto de 500.000 euros para instalar dos ascensores y mejorar la adecuación de los andenes", indica su portavoz.

El director de Fekoor ve con buenos ojos esta medida, pero indica que "no sirve de nada llevar a cabo arreglos puntuales para solucionar las carencias de una obra que no contó en su día con el colectivo con movilidad reducida". La instalación de ascensores en Galindo, advierte, "no resolverá el problema de accesibilidad porque hay que tener en cuenta otras barreras que también dificultan el viaje en tren a las personas de movilidad reducida", dice Sola. Ejemplos de ello son la "inadecuada ubicación" de las máquinas expendedoras, cuya pantalla debe estar situada a 70 centímetros de altura, y "a la falta de indicaciones en braille", obstáculos insalvables para quienes viajan en silla de ruedas y quienes tienen deficiencias visuales a la hora de comprar su billete de tren.

Una vez en el andén, Sola explica que la distancia de más de diez centímetros que hay entre el andén y el tren es otra barrera más para el colectivo de personas de movilidad reducida. "El tren no está mucho tiempo parado y, cuando vas en silla de ruedas o tienes dificultades para caminar, es muy fácil ponerse nervioso al encontrarse con un obstáculo así", afirma.

Begoña Ezkerra, trabajadora social de Aspace, también considera "una trampa" el hueco que queda entre el vagón y el andén. "Además, para acceder a las unidades de suelo alto de la línea que va hasta Orduña hay que superar un escalón que todavía nos lo pone más complicado a quienes llevamos personas en silla de ruedas", lamenta Ezkerra, que traslada a personas con discapacidad física cada día al centro social de Muskiz. Para superar este obstáculo, los convoys de Renfe disponen de una plataforma para elevar las sillas, pero el director de Fekoor considera "una discriminación positiva" este tipo de dispositivos, ya que "para usar el tren tenemos que avisar con varias horas de antelación", asevera.

Pensar en todos Las medidas especiales, como la plataforma para bajar al andén de Amezola, no satisfacen completamente al colectivo de personas de movilidad reducida. "Cuando bajamos nosotros en la plataforma no puede bajar a la estación nadie más. Es un parche creado a posteriori que obstaculiza el acceso a los otros usuarios y nos hace sentir diferentes", explica Sola. "Este tipo de servicios no serían necesarios si se pensase en todas las personas a la hora de diseñar la estación", añade. A pesar de todo, desde Fekoor dan la bienvenida a este Plan de Accesibilidad Universal y solicitan a Renfe que mejore sus accesos cuanto antes ya que, como dice su director, "con una población cada vez más envejecida es irremediable que aumente el número de personas de movilidad reducida".