El tiempo se pasa volando
Elorrio acogió ayer una concentración de parapentistas desde las minas de Udaltx
Elorrio
ALGUNAS aficiones llevan a decir que se te pasa el tiempo volando. La frase es perfecta para el caso del parapente. Con ella Joseba Sobrón, del club Iparair de Basauri, resume la experiencia de estar horas surcando el aire en busca de corrientes térmicas que te peguen el subidón y comiences a ganar altura y más altura. "Tratamos de imitar a los buitres, que cuando les ves dando vueltas no están necesariamente, como se cree, buscando comida, sino buscando estas corrientes de aire caliente que les eleva", compara este deportista que lleva doce años practicando parapente.
Ayer, la concentración de estos vizcainos, que cada día sueñan con volar, se realizó desde las faldas del monte Udala -para los vizcainos- o Udalatx -para los guipuzcoanos y Euskaltzaindia-. Aunque las fotos no dan esa sensación, la estampa era impresionante a una altura de vértigo alrededor de la mole calcárea en la que en poco espacio convergen las provincias de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba.
La salida de los parapentistas se realizaba desde la zona de la mina del Udalatx y, tras el tiempo que quisieran permanecer en el aire -puede ser hasta de cinco horas-, aterrizaban en una campa del barrio San Antón o en otra de Iguria. Ayer fue la quinta concentración que organiza en la villa elorriarra el club Larrano Parapente Taldea.
La agrupación se gestó en 1996, año en el que se vio la necesidad de crear un club ya que algunos de sus componentes estaban federados con otros grupos. Con la constitución de Larrano, hace catorce años, reunieron a los seguidores de este deporte de la zona y, desde entonces, toman parte en concentraciones y campeonatos de Euskal Herria y el Estado.
Con todo, Larrano coincide en las citas con otros clubes de Bizkaia como Iparair de Basauri, Tologorri de Orduña, Airetik de Sopelana o con el cántabro de Castro-Urdiales.
20 kilogramos de parapente
3.500 euros el pack
Ayer, la concentración acabó siendo una exhibición para quienes, de pronto, se encontraban con parapentes de colores que surcaban alrededor del Udalatx. No había público como tal. Poco a poco iban llegando los parapentistas que iban aterrizando. El parapente monoplaza pesa 20 kilogramos y tiene un precio que ronda los 3.500 euros, "pero incluyen todo: desde la vela, el parapente, el buzo, el casco... Todo", matiza Sobrón bajo una carpa de la Federación vizcaina de Deportes Aéreos debido a las altas temperaturas que se registraron ayer en Elorrio. "Si aquí hace 32 grados, ahí arriba hará unos 29 o así", explica Joseba. El despegue fue de orientación norte, situado a 650 metros de altitud, y está a 500 metros por debajo de la cumbre, a la cual "no es difícil remontar si el día es bueno", informaban desde Larrano Parapente Taldea.
Para subir al despegue había que caminar media hora "por un camino con bastante inclinación". Para facilitar la cosa los parapentes se subieron en todoterreno hasta la zona. Además de Elorrio, Bizkaia acoge otras citas para los parapentistas en Orduña o Sopelana.