ORDUÑA. En el ángulo que forma la Foru Plaza con la calle Burgos se alza, imponente, la iglesia de la Sagrada Familia de Orduña, uno de los principales atractivos del patrimonio religioso de la ciudad. Pero, sin duda, su esplendor será aún mayor en 5 años, ya que el Ayuntamiento de Orduña ha concedido ya la licencia de obras para acometer la consolidación de la fachada prevista por la Diócesis de Gasteiz.
La realización de esta limpieza de cara se llevará a cabo en un plazo de cinco años, según señaló el Ayuntamiento, en los que se restaurará y protegerá el exterior del edificio. Sin embargo, todos los detalles de la fachada no se modificarán. Así, la iglesia mantendrá el escudo de su fundador, el reloj y la gran imagen del Sagrado Corazón, que no pasa desapercibida a los ojos de quienes se paran a contemplar el templo desde cualquier punto de la plaza.
Su historia La construcción de este edificio fue financiado por el militar orduñés Don Juan de Urdanegi, afincado en Lima. Se trata de un edificio vinculado a la grandiosidad propia de la arquitectura jesuítica y una de las joyas monumentales del Casco Histórico de la ciudad. De su diseño exterior destaca su fachada dividida en tres calles verticales separadas por pilastras lisas, abiertas con arcos de medio punto y rematadas por espadañas.