IURRETA. Miembros de Aralar Durangaldea e Iratzarri protagonizaron ayer un acto de protesta pacífica en el que exigieron a la Diputación de Bizkaia un peaje social para la autopista A-8. El juntero, Iosu Murgia, y el parlamentario y concejal de Durango, Dani Maeztu, denunciaron ante los medios de comunicación que el organismo foral "recaude a costa de la ciudadanía de Durangaldea, para llevarse ese dinero a infraestructuras de otras comarcas de Bizkaia", cuando a su juicio el dinero de los peajes debiera derivarse "a una mejora del transporte público y subvencionar planes de transporte sostenible".

Así, bajo el lema Peaje soziala orain, el propio Murgia y otros simpatizantes de Aralar e Iratzarri subieron por una escalera propia de las cabinas del peaje de Iurreta al techo de la infraestructura. Una vez arriba, desplegaron una pancarta y la ataron a las instalaciones.

Eran las 10.00 horas. Cinco minutos después, Murgia y Maeztu atendían a los periodistas al tiempo que llegaba una dotación de la Er-tzaintza al lugar. Los portavoces abertzales calificaron la política foral de "economista" y argumentaron que ya que "la Diputación no tiene ninguna intención de implantar un peaje social, que grave en virtud del principio de "quien contamina paga", hemos preferido en ocasiones apoyar la gratuidad", que, a su juicio, "cuando menos, servirá para paliar la saturación de la N-634", manifestó Maeztu.

Aralar mantiene que el cobro del peaje es discriminatorio entre comarcas de Bizkaia. "No hay que olvidar que con la gratuidad de la conexión del corredor del Txorierri con la A-8, y el levantamiento del peaje de Usansolo, ya únicamente se cobra en los peajes de Durangaldea", valoraron.

Según Maeztu, es "aún más grave" que Diputación cobre "por siete kilómetros -el tramo entre Erletxe y Basauri- de manera anticipada, cuando para los que se incorporan del Txorierri y Usansolo es gratuito".