El Ayuntamiento de Portugalete acude al juzgado para desalojar el Gaztetxe
El ayuntamiento tiene previsto derruir el edificio para construir en su solar y el adyacente 16 viviendas
Portugalete. Si ayer dábamos cuenta de la ocupación por parte de la Gazte Asanblada de Portugalete de un inmueble abandonado del Casco Viejo para su conversión en Gaztetxe, hoy toca hablar de la respuesta municipal a esta iniciativa juvenil. Una respuesta que no es otra que la de acudir a los tribunales para obtener una orden de desalojo, "atendiendo sobre todo a la propia seguridad de los ocupantes", según reseñaba el edil de Urbanismo Francisco Ruiz.
Según desvelaba ayer DEIA, el pasado día 27 de marzo los jóvenes de la Gazte Asanblada de la villa ocuparon el número 11 de la calle Coscojales con el fin de acoger un Gaztetxe, "un centro cultural de referencia, que no permitirá imposiciones ni intromisiones del Ayuntamiento. Todo esto, siempre, mediante la autogestión y la fuerza e ilusión de todos los jóvenes jarrilleros que quieran hacer suyo nuestro proyecto", proclamaban.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento portugalujo se considera que esta ocupación es "ilegítima" y así lo han puesto en conocimiento del juzgado número 2 de Barakaldo para que emita la pertinente orden de desalojo. "Esperemos que tanto el fiscal como la juez se pronuncien en breve y esta gente sea desalojada del edificio, sobre todo, por su propia seguridad", declaró Ruiz.
En este sentido, el edil destacó que en el edificio se reúne un numero "considerable" de personas, lo que "acrecienta el riesgo y está ocasionando la preocupación de los vecinos", incidió Ruiz.
El edil, presidente de la empresa municipal Surposa, rechazó la acusación de los okupas de que están dejando morir al Casco viejo y destacó que "tan sólo 3 ó 4 cuatro viviendas están pendientes de rehabilitación". De hecho, según desveló Ruiz, el inmueble ocupado, de más de 80 años de antigüedad, será derribado y en su lugar se levantarán alrededor de 16 viviendas si bien no planteó una fecha concreta.
Para ello, los responsables municipal han enviado una consulta a la Diputación foral con el fin de discernir sobre la posibilidad de que "aunque se construyan dos edificios, puedan compartir elementos comunes como el ascensor".