Amorebieta recobra la calma
Los zornotzarras recuperaron la alegría y agudizaron el instinto de protección
amorebieta-etxano
Ayer, todos los niños zornotzarras eran Iker. Los menores que volvían solos del colegio a casa eran los menos. La psicosis creada tardará unos días en perder grados de angustia a pesar de que la decisión de no volver a casa fue del joven. Al menos, el tan tranquilo como vital pueblo de Amorebieta-Etxano volvió a sonreír. "¡No lo dudes!", asentía Maite Rodríguez, de la tienda Men"s. "¡Después del mal rato que pasamos ayer!", respiraba.
La madre de Lander -niño que acompañó los últimos metros a Iker antes de su fuga- fue sincera: "Hemos dormido deputurrú", soltó Isabel. Otros padres aseguraron que sus hijos no habían conciliado el sueño "hasta las tres o cinco de la mañana. No dormían por miedo, curiosamente, a lo inexistente. Aun así, el instinto protector familiar se agudizó. "Hoy -por ayer- Lander vuelve a Inglés, a la academia de la que salió con Iker el lunes. Estaré esperando más impaciente, sin duda", previó Isabel. Su hijo, protagonista indirecto, quiso sosegar a los suyos al conocer el feliz desenlace: "¡Tranquilos, que yo nunca lo voy a hacer!", les serenó un chaval que sí admitió sentirse "asustado" porque "todos en el colegio me preguntan por Iker". Precisamente, en los centros educativos, aleccionaron a los escolares: "Les han dicho que no hagan caso de extraños o que no se vayan de casa".
A escasas zancadas de Men´sse ubica la tienda Txikis. La mujer de Lemoa que avisó de la presencia del chico de "azul con rayas rojas" a la Ertzaintza visitó este comercio. "Vino a comprar unos calcetines horas después de saber que le habían encontrado. La mujer le hizo el seguimiento a Iker con unos primáticos", relataron Mari y Pilar. La primera conoce a la madre del joven y coincidió con ella a las 16.25 horas del lunes. "Le pregunté lo justo, qué tal". Minutos después, celebraron el regreso del menor a casa.
Igor Aranbarri paseaba a mediodía por el casco con su hijo de escasos meses. "Éste me hace a mí eso y, no sé que..." La madre de Igor, Maite, no le deja acabar la frase: "Calla, que en una ocasión tú ya te fuiste a casa de la abuela por las notas..."
Ayer, las bromas hacían migas con todas las hipótesis barajadas. "Se llegó a decir que habían visto al payaso aquel de los globos de Arrigorriaga, que abusaba de niños", apuntó Maite. Para Isabel, lo peor de la nerviosa jornada fue la búsqueda en la que participó. "Me costaba abrir los contenedores. Los miraba de reojo".
En el plano más positivo, los zornotzarras destacaron la actitud de la ciudadanía, fuerzas policiales, sanitarios y medios de comunicación. "El miércoles no había diferencias ideológicas ni enemistades, sólo solidaridad", aplaudieron en corrillo mientras analizaban el titular de portada del DEIA: ¡Menudo susto, Iker! "Será para quitarle hierro al asunto, decir que sólo fue una chiquillada", zanjó Igor.
A otro joven, el zornotzarra de Escocia, Ross Harper, le causó extrañeza el suceso. "Allí se dan más casos de rebeldía, ¿pero aquí?", comparó. Todos coincidían en asegurar que Iker además de "noble", "buenazo", "feliz", fue "valiente" para pasar una noche gélida en pleno monte. Ahora bien, ningún convecino suyo aprobó esa clase de osadía.