El arte de escribir bien
Eneritz Casanova, alumna del colegio La Inmaculada de Barakaldo, representará a Euskadi en el X Concurso Hispanoamericano de Ortografía.
EXÓTICO o esótico? ¿Ingente o injente? ¿Ovetense u obetense? Muchos adolescentes necesitarían recurrir a una chuleta para acertar la forma correcta de escribir estas palabras, pero para Eneritz Casanova tan sólo sería un juego de niños. Esta joven baracaldesa, estudiante de segundo de Bachillerato en el colegio La Inmaculada, ha demostrado que escribe sin cometer ni una sola falta. No en vano, acaba de ser seleccionada para representar a Euskadi en la décima edición del Concurso Hispanoamericano de Ortografía que se celebrará el próximo 16 de noviembre en Madrid.
Eneritz se alzó con el primer puesto en la fase autonómica que se celebró el pasado mes de octubre en el Gobierno vasco. En esta primera prueba, las participantes tuvieron que poner a prueba sus conocimientos delante de un examinador. En total, fueron cuatro ejercicios: dictado de frases cortas, dictado de una novela de mayor longitud, escritura de números cardinales y ordinales y, por último, expresiones. El resultado final no pudo ser más satisfactorio. "No tuve ningún fallo", recordaba ayer orgullosa.
Durante las semanas previas a la cita se preparó concienzudamente para llegar al reto perfectamente preparada. Así, revisó las pruebas de años anteriores y despejó, con la ayuda del diccionario, todas las dudas que le iban surgiendo sobre la correcta escritura de algunos vocablos. "Fue curioso porque, cuando me dijeron que iba a participar en el concurso, se me metió en la cabeza que tenía que mirar la palabra reverberar y, al final, tuvimos que escribirla", comenta como anécdota.
Su proeza cobra todavía mayor relevancia al conocer que siente auténtica pasión por las ciencias. De hecho, tiene clarísimo que quiere estudiar Física. "Me gustan mucho las ciencias pero tengo cierta vocación por las letras. Siempre he leído mucho y eso me ha permitido tener bastante vocabulario, además de ser muy maniática con las faltas de ortografía", explica.
Eneritz Casanova es la tercera alumna que el centro educativo presenta a la fase autonómica del certamen y la segunda que se clasifica para la prueba estatal, en la que tomarán parte representantes de casi todas las comunidades. En la ocasión anterior, no hubo suerte y el estudiante de La Inmaculada cayó eliminado a las primeras de cambio. Sin embargo, la dirección tiene la esperanza de que este año sí pueden dar la campanada. "Yo creo que podríamos poner las manos en el fuego y no nos quemaríamos porque es una buena estudiante, trabajadora y muy responsable", destaca la dirección.
El encuentro estatal, lejos de resultar una cita tediosa como podría uno imaginarse, se plantea casi como un espectáculo televisivo con público y medios de comunicación cubriéndolo. "Allí, los ejercicios se hacen con ordenador y todo lo que escribimos se va reflejando en pantallas para que la gente lo vaya siguiendo", explica. Cree que los representes de Andalucía y Castilla-La Mancha serán unos rivales "duros" por la buena preparación que suelen llevar, pero ella viajará con una maleta llena de ilusión. "No tengo esperanzas de ganar, pero sí me apetece ir y vivir la experiencia", comenta. El vencedor viajará a La Habana (Cuba) en diciembre para disputar la final.