DURANGO. ¿Sabe qué hace referencia a "colaboración con otro u otros para un mismo fin"?
Sí. La cooperación.
¿Cómo surgió su cooperación en Venezuela?
Tenía muchas ganas de vivir una experiencia solidaria cruzando el charco. Sentí que era mi momento. Comentando con un amigo mi sueño me habló sobre el Programa de Juventud Vasca Cooperante del Gobierno vasco. Comencé a indagar, me inscribí con ilusión y me tocó el gran regalo de vivir esta experiencia.
¿Qué sintió cuando confirmó su participación?
Recuerdo aquel lunes que sonó mi teléfono. Cuando me confirmaron que estaba seleccionada no me lo creía. La emoción y la alegría me desbordaron. Ese sueño solidario que tanto deseaba estaba a punto de cumplirse y me dije: Nere, carpe diem, estás ante la oportunidad de vivir una experiencia única e irrepetible, aprovéchala.
¿En qué consistía su labor sobre el terreno?
He compartido la experiencia de trabajar con niños de 0 a 10 años con historias demasiado duras y tristes como abandonos, maltratos... He comprobado que la mejor estrategia es el cariño y la ayuda que les puedes ofrecer, así como proponerte conseguir su felicidad.
¿Lo mejor y lo peor de la experiencia?
Lo mejor, ha sido conocer la cultura, su gente, y, sobre todo, dar y recibir amor de los niños. Son mi familia venezolana. Me han dado mucha fuerza. Y lo peor: la pobreza, falta de libertad e inseguridad. También volver y echar de menos esa tierra y su gente tan chévere.
¿Cree que le ha cambiado la vida?
Se la cambia a cualquiera. Ha sido una montaña rusa de sentimientos, pensamientos y situaciones. Cambia cómo percibes la vida. Valoras más la familia, los amigos… El crecimiento personal es brutal.
¿Cómo evolucionó su visión de Venezuela?
Partí sabiendo lo justo. Preferí lanzarme hacia lo desconocido. Mi visión tiene dos caras. Una: sé que es un país peligroso, con delincuencia y el miedo se palpan en sus calles. La otra: es una tierra muy linda y su gente encantadora.
¿En su casa, también es cooperante?
No es necesario ir lejos para detectar necesidades de familiares o amigos. Por ejemplo, ahora valoro más quiénes me han apoyado estando yo allí. Sé quiénes han estado ahí para mí.
¿Ha pensado repetir?
Mañana mismo tomaba un vuelo para volver a vivir una experiencia así. La recomiendo a todo el mundo. Ahora vivo esta realidad, pero sin dejar de soñar por lo que quiero. ¿Volver a irme? Si tengo la oportunidad y me lo puedo permitir, me iré.
¿Qué visión tiene de Marruecos, país en el que cooperó la abadiñarra Ainhoa Fonseca?
La idea de conocerlo me atrae. Quien lo visita desea volver. Por oídas, es una sociedad machista, en la que la mujer no ha logrado su independencia. Su gente es muy humilde y acogedora. El país debe ser bastante seguro.