La visita del Manchester United y de sus cerca de cuatro mil aficionados quedará, sin duda, en la memoria de los bilbainos como un recuerdo agridulce. La debacle sobre el terreno de juego que terminó con el Athletic encajando una dolorosa derrota en casa confronta con el buen ambiente que reinó en la ciudad las horas anteriores al choque.
Athleticzales e ingleses dieron un ejemplo de deportividad y convivencia y celebraron juntos la fiesta del fútbol por las calles de Bilbao. Como no podía ser de otra manera, uno de los sectores más agraciados en este día fue el de la hostelería, sobre todo en las zonas en las que hubo mayor concentración de aficionados, como la Plaza Nueva o la calle Ledesma.
El buen clima y la coincidencia del partido con la festividad por el Día del Trabajador también sumaron para que los bilbainos salieran a la calle para disfrutar de la jornada. Unai Manjarrés y Óscar Carnicero regentan la Taberna Ona, en plena Plaza Nueva. Pese a ser un local de tamaño pequeño y con apenas nueve mesas de terraza, sus dueños aseguran que lo vivido durante este jueves fue "una locura". “Lo primero que queremos destacar es el gran ambiente que hubo entre las dos aficiones, fue como una especie de hermanamiento”, aseguran.
Según estos hosteleros, esto se debe a que los ingleses "son muy buena gente, aunque les gusta mucho beber”. Tanto es así que llegaron a vender hasta seis barriles de cerveza solamente en las horas previas a que el balón comenzara a rodar en San Mamés. “No hubo incidentes, y eso es lo más importante en un día tan importante como este con tanta gente en la calle”, comentan.
Algo parecido cuenta Yolanda Etxebarria, que este jueves se encontraba detrás de la barra del bar Urdiña, en la misma plaza donde se reunieron la gran mayoría de los hinchas del Manchester United. “Sobre todo fue un día de muchas emociones. Hubo bengalas, eso es verdad, aunque mucha comunión entre las dos aficiones”, recalca.
Respecto al volumen de trabajo, esta hostelera lo compara con un día de Aste Nagusia, o lo que es lo mismo, como uno de las jornadas más productivas del año. “Solo en cerveza vendimos unos 180 litros, lo que es una pasada. Sin embargo, también tomaron mucho kalimotxo, verdejos y Martinis preparados, que es nuestra especialidad”, afirma.
No todo iba a ser beber, por lo que los pintxos también tuvieron su protagonismo durante la previa futbolera. “Además de la cerveza, que era previsible que iba a ser la bebida por excelencia, vendimos muchísimos pintxos. Recaudamos el triple que un día normal”, apunta Rebeca Sáinz, del bar Víctor. Desde este mítico establecimiento agradecen, por encima de todo, el buen ambiente predominó en la Plaza Nueva, lo que sin duda es lo más importante.
Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, también hace hincapié en el “hermanamiento” entre aficiones y el buen rendimiento económico del sector en el análisis de la jornada de este jueves. “Fue un día muy interesante para nosotros porque hubo muchísima gente en la calle. Este tipo de eventos tienen un carácter social importante y llaman a los aficionados a celebrar, aunque en este caso solamente fue antes del partido”, lamenta.
“Esta situación de buen rollo entre los hinchas parece que nos tiene que sorprender, aunque es como debería de ser habitualmente en el fútbol”, comenta. Cuestionado por el impacto económico que ha podido tener esta cita en la hostelería bilbaina, Sánchez asegura que es muy complicado hacer una estimación de la facturación.
“Es difícil porque tendríamos que hablar con todos los locales. Sin embargo, lo que está claro es que los partidos del Athletic, y más en competiciones europeas, siempre son un importante aporte para los establecimientos de determinadas zonas, como los aledaños de San Mamés, la zona de Licenciado Poza o el propio Casco Viejo”, señala.