Este ha sido el tercer verano más caluroso en Euskadi desde que se tienen registros, y el otoño seguirá la misma línea. Y es que según destacó ayer la delegada en Euskadi de Aemet, Margarita Martín, se prevén unos meses “más cálidos y lluviosos de lo normal”.

La meteoróloga explicó en rueda de prensa que la temperatura media en julio agosto y septiembre en el Observatorio de Igeldo ha sido de 20,4 grados. Una temperatura similar a las registradas en los años 2022 y 2003.

Este registro se ha alcanzado en la CAV en ausencia de olas de calor, ya que para ello es preciso que las temperaturas “excedan cinco grados a la media máxima” durante tres días consecutivos; algo que este año no ha ocurrido.

Por eso, la meteoróloga puntualizó que aunque “ha habido varios episodios de calor, ninguna ola”. Así las cosas, el mes en el que el mercurio se ha elevado en mayor medida ha sido septiembre, cuando se ha producido una variación sobre la media de tres grados por encima, mientras en julio ha sido de dos grados y en julio de uno.

En todo caso, Martín indicó la media de temperatura ha sido más alta de lo habitual debido a que las mínimas que se han registrado a lo largo del verano han sido más elevadas que habitualmente. Por otro lado, en cuanto a la temperatura del agua del mar, según las mediciones del Aquarium de Donostia, ha ascendido a 22,3 grados, con lo que 2023 se sitúa como el sexto más cálido en el histórico de esta institución. Un instituto que toma nota diariamente desde 1947 de la situación del agua.

También ha llovido más de lo normal este verano en Gipuzkoa y Bizkaia. Según las cifras hechas públicas por Aemet, se han registrado 345 litros por metros cuadrado en Hondarribia sobre un promedio de 300. No ha ocurrido sin embargo lo mismo en Araba.

Como explicó Martín en rueda de prensa, tomando como referencia el año hidrológico, es decir entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023, la tendencia apunta a un incremento de las precipitaciones en el litoral y a una disminución en el interior.

Sequía en Araba

En Gasteiz la estación de Foronda ha contabilizado desde el 1 de octubre de 2022, 520 litros por metro cuadrado, uno de los registros más bajos en este territorio y que evidencian una “sequía clara”, que no se ha producido sin embargo en Bizkaia ni en Gipuzkoa, explicó.

Martín señaló asimismo que el origen de eta situación está en el fenómeno de El Niño, la corriente de agua caliente que emerge periódicamente en el Pacífico, un océano que ocupa un tercio de la superficie total de la Tierra y que “cuando se calienta, se calienta todo el planeta”.

Otoño caluroso

Es por eso que este otoño se prevé también “más caliente” de lo normal y, como consecuencia debido a la evaporación del agua, también más lluvioso. En cuanto a los próximos días Margarita Martín señaló que el anticiclón de las Azores garantiza en Euskadi unos nueve días de buen tiempo “sin necesidad de abrir el paraguas”, aunque las mínimas serán frías.

Posteriormente, la semana siguiente, a partir del 9 de octubre se espera un frente frío desde Galicia que acarreará lluvias y una bajada importante de las temperaturas. Martín explicó que El Niño, cuyo “pico” se produce en Navidad, provoca la formación de borrascas en el Atlántico.

Este año los expertos afirman que el fenómeno es fuerte por lo que puede ocasionar episodios de lluvias intensas que provoquen inundaciones, “como ocurrió en 1983 y 1988”, sostuvo Martín.

No serán, sin embargo los únicos episodios registrados en Euskadi. Y es que seguirán la línea de las granizadas del pasado 6 de julio en Deba, con piedras de 6 centímetros, y el 11 de septiembre en Igorre, concluyó.

Actuaciones

  • Precipitaciones. Este verano ha llovido más de lo normal en Gipuzkoa y Bizkaia. Según las cifras hechas públicas por Aemet, se han registrado 345 litros por metros cuadrado en Hondarribia sobre un promedio de 300. No ha ocurrido lo mismo en Araba, donde ha habido una sequía.
  • Fenómeno ‘El Niño’. El fenómeno de ‘El Niño’ puede ocasionar este año episodios de lluvias intensas que provoquen inundaciones, “como ocurrió en 1983 y 1988”, según sostuvo ayer la meteoróloga de Aemet Margarita Martín.