Para muchas personas, separarse de sus mascotas es un trago casi imposible de digerir; personas mayores que aplazan una operación de rodilla porque no saben qué ocurrirá durante ese tiempo con su gato o personas sin techo que prefieren dormir en la calle porque los albergues no permiten el acceso a sus perros. Son su familia y no quieren separarse de ellos. Por eso, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un servicio que se hace cargo de sus animales a las personas que, por diferentes circunstancias, tienen que abandonar su vivienda por un tiempo, y ha habilitado 123 plazas en recursos para personas sin hogar en las que está permitida la entrada de mascotas.

El Ayuntamiento había detectado la reticencia que mostraban, principalmente las personas mayores y las que viven en la calle, a separarse de sus mascotas cuando tienen que hacer uso de un recurso o servicio municipal o de otro tipo en el que no están permitidas. “Son muy reacios a salir de su domicilio porque tienen mucho apego a sus animales”, explica el concejal de Acción Social, Juan Ibarretxe. Tanto, que son capaces de renunciar a una operación que suponga un ingreso hospitalario o a entrar a un albergue a dormir bajo techo por no separarse de ellas.

En el caso de las personas mayores, el área de Acción Social puso en marcha en 2020 un servicio que cuida a los animales hasta que sus dueños regresan a casa, durante un mes. La iniciativa ha tenido una acogida “muy positiva, con muchas peticiones” entre la ciudadanía, que ha dejado en buenas manos a perros, gatos o tortugas, entre otros. “Se trata de darles la tranquilidad de que sus mascotas van a estar bien atendidos, de forma que ellos mismo puedan cuidarse y atender a su estado de salud”, explica Ibarretxe. En el caso de que las personas tengan que abandonar su casa de forma definitiva, porque han entrado a vivir por ejemplo en una residencia, el servicio se hace cargo también de buscar un hogar de adopción para las mascotas. “La experiencia del año pasado fue muy positiva, nos permitió que muchas personas pudieran acceder a los recursos adecuados y es un programa que vamos a seguir manteniendo”.

El segundo colectivo que se quedaban con necesidades sin cubrir por no separarse de sus mascotas es el de las personas sin techo. “Hay muchas personas que dicen que para estar en el albergue sin su mascota, duermen en la calle”, advierte el concejal de Acción Social. El Servicio Municipal de Acogida Nocturna de Uribitarte ofrece ya 83 plazas en las que se permite que sus usuarios pernocten con sus mascotas –siempre que cuenten con su cartilla sanitaria en vigor–, a las que se han unido en el último año otras 40 en el recurso de baja intensidad que gestiona la asociación Agiantza, también para personas sin hogar. La iniciativa llegó el año pasado a través de una propuesta de los presupuestos participativos, se ha puesto en marcha este año y se mantendrá también el próximo ejercicio.

Acción Social está trabajando además con el Área de Salud y Consumo para realizar un seguimiento sobre estos animales, principalmente perros, para controlar que llevan puestos el chip identificativo y garantizar que se encuentren en buen estado.

Precisamente el próximo año el Ayuntamiento actualizará la ordenanza que regula la tenencia y protección de animales, para adaptarla a la Ley de Protección de Animales Domésticos que se aprobó el pasado mes de agosto en Euskadi. El plazo para amoldar la normativa municipal es de un año. “Vamos a aprovechar no solo para incorporar aquellas cuestiones que se recogen en la nueva ley, para establecer también otro tipo de aspectos de forma que nos adoptemos a los nuevos tiempos”, explica la directora del área, Ana Collía. Entre otras actualizaciones, la nueva legislación vasca obliga a todos los gatos domésticos a contar con un chip identificativo e incrementa el importe de las sanciones por abandono y maltrato animal.

Servicio de ayuda a domicilio

El concejal de Acción Social presentó ayer martes el presupuesto de su área para 2023, que asciende a 57,3 millones de euros y que, con un incremento del 7,56%, da continuidad a tendencia alcista de los últimos años. Con ese montante, dijo, se hará frente a retos como “la demanda del Servicio de Ayuda a Domicilio, que está en crecimiento, dar respuesta a la demanda creciente de ingresos en viviendas comunitarias, y atender con proyectos integrales la situación que están sufriendo familias con desahucios”. Del montante total, el 43,2% irá destinado al programa de Mayores; el 21,1% a Inserción Social; 16,1% para alojamientos de urgencia; el 14,7% a los servicios sociales de base, y el 10,4% a menores, familia y discapacidad.

Una de las partidas en las que más destaca el incremento es, precisamente, el del Servicio de Ayuda a Domicilio, que pasa de 16 a 18 millones de euros, ante el aumento de demanda que está teniendo. “Permite que las personas mayores permanezcan el máximo de tiempo posible en el domicilio, pero con los apoyos y recursos necesarios para que la calidad en ese espacio sea la adecuada”, subrayó el concejal. Actualmente, más de 3.600 personas reciben estos apoyos en sus casas, con un perfil que cada vez requiere de más horas de atención. “A medida que va aumentando la situación de dependencia, hay que incrementar también el tiempo del servicio”, finalizó Ibarretxe.