Gil amenaza con requisar los patinetes eléctricos de las empresas de alquiler

BILBAO - El espacio público cada vez se reparte entre más elementos, lo que hace que se complique más la convivencia del peatón con el resto de vehículos. La última amenaza y muy extendida es el patinete eléctrico, aunque no la única. Ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia ya están sufriendo las consecuencias del exceso de patinetes eléctricos y han tenido que adoptar medidas con carácter urgente. En Bilbao no se ha llegado a esos extremos y para evitarlo el concejal de Movilidad, Alfonso Gil, confiesa que “recibí a seis empresas de patinetes que pretendían instalarse en la ciudad para alquilar estos vehículos, pero rechacé las propuestas hasta que la DGT apruebe una normativa y el Ayuntamiento elabore una ordenanza”.

A una de las empresas de patinetes que pretendía establecerse en la ciudad, Gil le transmitió que “si ponían patinetes en las calles, los requisaría en tanto no haya una normativa clara sobre la utilización de estos vehículos”. El concejal dijo que no estaba dispuesto a que desembarcarán con mil vehículos de este tipo.

La convivencia de los vehículos de movilidad personal con los peatones e, incluso, con los vehículos de personas con movilidad de reducida o los propios cochecitos de los bebés empieza a ser complicada aunque no se ha llegado al grado de lo que ya están sufriendo otras ciudades.

Para evitarlo, sin embargo, el grupo Ganemos Goazen Bilbao propuso que el equipo de gobierno elaborase una propuesta de ordenanza para “poner orden y buscar el modo de encajar” en las calles de la ciudad los vehículos de movilidad personal, entre los que se encuentran los patinetes pero también están las bicis o los patines.

El portavoz de Ganemos, Francisco Samir Lahdou, puso de relieve la necesidad de una regulación de estos vehículos, “su uso se ha disparado y tienen potencial para generar conflictos” en las calles.

En este sentido, el concejal de Movilidad, Alfonso Gil, destacó que antes de elaborar una ordenanza municipal, “es preferible esperar a que la Dirección General de Tráfico (DGT) elabore el texto normativo en el que está trabajando para regular los vehículo de movilidad personal”. Según Gil “si nos precipitamos tengo miedo de que una ordenanza realizada con urgencia pueda ser revocada por un órgano superior”. Y añadió que “la regulación hay que mirarla mucho”.

Todos los grupos reconocen que en Bilbao todavía no se vive una situación drástica en este sentido, pero al mismo tiempo admiten que lo que está ocurriendo en Madrid, por ejemplo, es muy “preocupante”.

El PP defendió “hacer una ordenanza cuanto antes dado el vacío legal” con estos vehículos. “Qué pasa si un patinete arrolla a alguien”, se preguntó la concejala del PP Carmen Carrón. Gil le respondió que el responsable es “quien lleva el patinete”.

Udalberri consideró que “hay que apresurarse a tomar medidas para que no lleguemos cuando ya estemos desbordados” y EH Bildu señaló que se trata de un problema que ya es una “realidad” en Bilbao: “Todos vamos esquivando patinetes por las calles”, dijo el edil de este grupo Bruno Zubizarreta.

Finalmente, el pleno aprobó con los votos a favor de todos los grupos, salvo del PP, que se abstuvo, una enmienda en la que se pide que el gobierno municipal siga trabajando en la comisión de trabajo creada por la DGT para una “perfecta convivencia” de estos vehículos con los demás medios de movilidad y cuando se tengan las conclusiones necesarias, el equipo de gobierno presentará una ordenanza sobe esta materia.