Bilbao - Una reivindicación histórica de los vecinos de Miribilla y Santutxu está a punto de hacerse realidad. A partir del próximo año, los peatones podrán utilizar el puente de Miraflores para pasar andando de un barrio a otro de Bilbao. La Diputación habilitará el viaducto para que atravesarlo a pie sea seguro y el Ayuntamiento de Bilbao acondicionará caminos de acceso tanto desde las gasolineras de Miribilla como desde la rotonda del hotel Gran Bilbao. Ambas instituciones han acordado un cambio de titularidad de cuatro tramos de carreteras ahora forales, entre las que se encuentra este puente, y que también incluirá la carretera de Artxanda, que se convertirá en una zona de paseos con miradores sobre Bilbao.

La conexión peatonal entre Santutxu y Miribilla, a través del viaducto de Miraflores, facilitará la movilidad a pie entre el Casco Viejo, Atxuri, Santutxu y Bolueta con Miribilla. Los peatones podrán utilizar el lado más cercano a Atxuri, que ya cuenta con una acera más ancha, que se adecuará con embaldosado e iluminación para garantizar un paso seguro. Además, se habilitarán varios caminos para llegar hasta el puente: un primer tramo entre la rotonda de acceso al barrio de Santutxu y el viaducto, con una nueva acera y un paso de peatones con semáforo para cruzar la avenida Miraflores; un segundo que continuará, bajo el viaducto, hacia Bolueta, y un tercero, al otro lado del puente, que discurrirá por la ladera hacia las gasolineras y, desde aquí, ampliando la acera hasta la rotonda de la calle Juan Carlos de Cortazar. “Era una demanda histórica. Existen muchos vínculos entre ambos barrios, familias de Santutxu cuyos hijos viven ahora en Miribilla. Estando tan cerca, a la vez estaban tan lejos porque había que bajar hasta San Antón y desde allí subir Zabalbide. La última vez que lo hice tardé veinte minutos y sudé”, reconoció el concejal de Obras y Servicios, Ricardo Barkala, vecino él mismo de Miribilla. Las obras comenzarán en septiembre y el nuevo paso estará en uso el próximo año.

La otra gran actuación que irá ligada al cambio de titularidad será la conversión de la actual carretera de Artxanda en una zona de paseos y miradores sobre Bilbao. La primera actuación imprescindible para convertir el espacio en una zona segura y amable con el peatón será la construcción de tres rotondas para calmar el tráfico: una en Nogaro, sustituyendo el actual cruce y mejorando la seguridad; otra en Trueba, y la tercera en el alto de Santo Domingo. “Permitirá una mejor convivencia entre los vehículos y los peatones. Artxanda necesita más seguridad y confort”, destacó el diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales. Estas actuaciones las asumirá la Diputación y, posteriormente, entrará el Ayuntamiento para convertir el monte en una zona “de ocio familiar, diurno y de todos los días”. Se habilitará un paseo de 3,5 kilómetros, desde Enekuri hasta Santo Domingo, que se dotará con zonas estanciales y miradores de diseño.

La tercera actuación se centrará en la zona alta de Zabalbide, donde la Diputación cederá medio kilómetro de la BI-3750 que va de Begoña al monte Abril. “Es una carretera con mucha densidad de tráfico, con falta de espacio y accesibilidad directa... Se va a transformar para hacerla más confortable”, explicó Pradales. “Posiblemente sea la zona de Bilbao más agresiva”, reconoció el concejal bilbaino. Se reurbanizará la zona por completo en Uribarri, entre los portales 106 y 112, con aceras más anchas -actualmente solo existe una en el lado de los números impares-, que darán servicio a los vecinos de Sarrikue, Remar o Arabella.

Finalmente, también se va a transferir al Ayuntamiento el túnel de Ibarrekolanda, incluyendo la rotonda norte y los ramales de acceso.