Bilbao - En los próximos meses la ría de Bilbao será escenario de varias pruebas deportivas en las que los participantes estarán en contacto directo con el agua. Será a pesar de que el año pasado cinco casos de leptospirosis -tres confirmados y dos sospechosos- entre los cerca de 1.200 participantes del Bilbao Triathlon pusieran en peligro la celebración de este tipo de eventos en la lámina de agua. No solo volverá a acogerse una nueva edición de la citada competición de tres carreras, que será el 26 de mayo, sino que el espectacular concurso de saltos Red Bull Cliff Diving retornará a la ciudad el 30 de junio tras dos años de ausencia. Todo apunta, además, a que la emblemática Travesía a Nado del Club Deportivo Bilbao tendrá lugar en la villa, después de que el año pasado se suspendiese por precaución.
“Aquello que ocurrió es algo puntual e imprevisible, no fue grave”, asegura Ricardo Barkala, concejal de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público, respecto a la polémica creada a raíz de la infección, cuyo origen se encuentra en los excrementos y orines de animales, que provocó síntomas similares a una gripe entre los afectados. “Cuando se hacen actividades en la ría y no ocurre nada, se pierde la perspectiva del ámbito natural en el que nos encontramos. No lo podemos permitir. La ría ni es, ni ha sido, ni será zona de baño libre”, asegura tajante el edil, quien cita, entre algunos de sus riesgos, “zonas de remolinos, acumulación de fango, riadas o mareas”.
Con todo, afirma que desde el Consistorio bilbaino se apuesta “claramente” por que la ría siga acogiendo eventos deportivos. Eso sí, en tanto que evoluciona el conocimiento, indica que se deben marcar y cumplir los protocolos a seguir. “Se debe detallar el tiempo de permanencia en el agua, las precauciones que hay que tomar...”, enumera el edil respecto a las señalizaciones que deben dar a los participantes los organizadores de las pruebas. “Los usuarios deben aceptarlas además de cumplirlas. Se ha aumentado el celo en la comunicación del protocolo”, señala el concejal.
Paralelamente, desde el Ayuntamiento de Bilbao, que incidirá en la limpieza de las márgenes de la ría cuando se celebren este tipo de competiciones, aseguran que el Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia analiza la calidad del agua a través de un informe que realizan cada mes Azti y Tecnalia. “Es un estudio completísimo con 30 o 40 indicadores de todos los parámetros que hay que analizar”, explica el edil y presidente del citado Consorcio. “El agua se controla y tiene todos los parabienes. En las zonas donde se vierte se toman muestras para analizar que el agua cumple todos los requisitos”, indica.
Desde que salieron a la luz los casos de leptospirosis, se ha analizado varias veces la existencia de la bacteria que produce esta enfermedad. “Es muy difícil de identificar, no está vinculada al vertido”, advierte el concejal, quien señala que, en todos los casos, el resultado ha sido negativo. “Para que se dé tienen que ocurrir diferentes circunstancias como que haya agua estancada, que haya contaminación fecal de un animal... En una ría en constante movimiento -el caudal es de 10.000 metros cúbicos por segundo- es casi imposible encontrarlo, ni aunque se persiguiera con más ahínco”, asevera Barkala. A pesar de admitir que podrían volver a darse nuevos casos de leptospirosis, asegura que hay cosas peores que podrían suceder y que solo se evitarán conociendo la ría a fondo, algo que el estudio que está por realizar permitirá.