Adivinanza descifrable por niños de diez años: ¿En qué mes del año hay colas interminables frente a las administraciones de lotería y las calles comerciales rebosan peatones cargados de bolsas? Efectivamente. Diciembre se palpa en la ciudad, incluso más que el inherente espíritu navideño que desborda, quizás más artificioso debido a la decoración e iluminación que no dan lugar a equívocos. Las arterias principales de la villa atestiguaron ayer que es el momento de aflojar el bolsillo para conseguir ese capricho tan ansiado o agasajar al prójimo con un bonito regalo. Sin embargo, la percepción de lo que debería ser la época más fuerte de ventas está siendo desigual entre los comerciantes, ya que muchos acusan los continuos periodos de descuentos y la resaca del Black Friday.

Fuera con intención de sacar la cartera en los comercios o no, aquellos que han optado por quedarse durante el puente -y los que han vuelto como cada año en época de comer turrón- caminaron ayer en masa por Abando, Indautxu y el Casco Viejo al son del hilo musical del pasacalles dispuesto por el Ayuntamiento de Bilbao a través de las asociaciones de comerciantes. En la calle Particular de Indautxu, Josean y su hijo Joseba hicieron un alto para escuchar a la banda VHS Mazinger Z seguida por un muñeco de grandes dimensiones que da nombre a la formación musical. “No somos muy de compras. Si vemos que hay follón no nos metemos en las calles principales”, confesaba Josean quien realizaba recados de menor calado como recoger unas botas que había mandado arreglar mientras su mujer estaba “en el mogollón”.

Miguel, bilbaino afincado en Madrid, fotografió a sus hijas Lucía y Martina con la figura de Olentzero de grandes dimensiones instalada la calle Ercilla. “Son unas afortunadas porque suelen tener regalos de Papá Noel, Reyes Magos y Olentzero, que llega a la casa de los abuelos en Bilbao”, explicó tras realizar algunas compras -diademas, calcetines...- y antes de ir a tomar el aperitivo. También se acercaron a la capital vizcaina Txema y Marivi. “En Castro hay buen comercio, ¡pero no como en Bilbao!”, aseguró esta pareja dispuesta a gastar todo lo que les “permita el presupuesto”, mientras mostraban una camiseta del Athletic envuelta en papel de regalo. “Pensábamos que muchos se habían ido de puente y habría menos gente...”, confesaron sorprendidos ante la avalancha de transeúntes.

Con las miras puestas en la Navidad, Inma y su hijo Beñat también se acercaron al centro desde Castaños para comprar juguetes y calzado. “Las calles están llenas de gente. En El Corte Inglés hemos tenido que esperar un buen rato, además los productos comienzan a escasear. Hay un 30% de descuento y se nota”, aseguraba esta bilbaina que también aprovechó para cambiar un calzado que había adquirido durante el Black Friday.

A propósito del último viernes de noviembre en el que los comercios tiraron la casa por la ventana con descuentos de lo más atractivos, José Manuel, dependiente de la tienda Cardenal de moda masculina, apuntó un detalle a tener en cuenta: el gigante textil Inditex, así como los grandes almacenes de El Corte Inglés, han optado por retrasar el periodo de devolución de los artículos adquiridos durante el Black Friday hasta el 11 de enero, una circunstancia que no beneficia al pequeño comercio que no puede competir con esas condiciones. En cualquier caso, el tendero aseguró que el puente está siendo bueno. “El jueves fue una locura, percibimos que había mucha gente de ciudades de alrededor como Santander, Vitoria...”, señaló tras confesar que ayer había mucha gente “fichando regalos” para comprar en las próximas semanas.

En una perfumería de la calle Ercilla exteriorizaron una percepción similar al ver que había mucha gente mirando, si bien confesaron que las ventas no iban como esperaban. “Es como un sábado más, aunque haya mucha más gente paseando en la calle”, expuso una de las dependientes que también consideró que los más previsores aprovecharon el Black Friday para adquirir los regalos de Navidad, mientras que aquellos que esperan al último minuto, como cada año, realizarán las compras en la última semana. De hecho, expuso que el hecho de que los periodos de descuentos se hayan extendido a cualquier época del año también ha incidido en que las ventas no se concentren.