BILBAO - “Me he sentido enorme, orgulloso. Muy bien y muy agradecido al esfuerzo de tanta gente para haber llegado hasta aquí”. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, estaba pletórico. “Siento una emoción especial por la gente de Bilbao”.
Fue a Londres con la premisa de que ser finalista ya era algo muy importante, pero muy prudente en sus expectativas de llegar a conseguir situarse como Mejor Ciudad Europea, así lo expresaba hace tan solo unos días cuando en el salón Árabe del Ayuntamiento bilbaino presentaba los presupuestos. Ayer quería compartir su entusiasmo con el resto de los bilbainos.
“Bilbao tiene futuro y lo escribimos de puño y letra de todos los ciudadanos. Ese orgullo es lo que tenemos que sentir porque si todos estamos en la misma dirección vamos a ser más fuertes y vamos a hacer las cosas mejor”. Así que este reconocimiento para el alcalde reafirma el trabajo que están haciendo. “Y también esa visión de ciudad que estamos teniendo apostando por principios que creemos que son importantes como la participación de la gente, la estabilidad de la ciudad, la certidumbre, el partenariado público-privado. En definitiva que todos miremos en una dirección y digamos para adelante por este camino”.
Además, a nivel personal para Juan Mari Aburto este premio tiene una connotación especial “porque es el primer premio que recojo como alcalde y eso tiene su punto de emoción”. Decía Aburto que “a nadie se le escapa que Bilbao ha recibido muchos premios, pero es muy importante pensar que esto no se para. A la gente cuando le preguntamos si Bilbao evoluciona responde que sí, y dice que a mejor. Eso a nosotros nos anima mucho”.
Por estas cosas “el mensaje que con más fuerza estoy tratando de trasladar y también a los lectores de DEIA es que Bilbao es una ciudad sobre todo con futuro. Y ese futuro es el de la gente, el de los bilbainos. Por eso tenemos que trabajar cada día con ilusión, porque tenemos futuro y porque el futuro está por construir”.
Para el alcalde este premio significa un reconocimiento y, a partir de ahora, “hay cientos de personas hoy aquí entre las que se encuentran arquitectos, urbanistas... que son de alguna manera creadores de opinión para los cuales Bilbao queda grabado en su mente. Ya nos están diciendo que tenemos que ir a Escocia, a Dublín... a un montón de sitios a seguir contando nuestra historia y también quieren venir”.