Bilbao - El Casco Viejo de Bilbao no es solo el espacio que más visitas de turistas recibe al año sino que también es el área de mayor crecimiento de comercios de la ciudad. Sin embargo, existe un porcentaje importante de lonjas vacías, sobre todo en aquellas calles cercanas al mercado de La Ribera. El Ayuntamiento de Bilbao ha iniciado un plan de activación cuyo objetivo prioritario es la movilización de lonjas comerciales vacías en el Casco Viejo. Se trata de una de las líneas estratégicas de actuación enmarcadas en el Plan de Mandato 2016-2019 del Consistorio bilbaino que busca dotar de actividad a los 169 cerrados e incidir directamente sobre algunas de las áreas comerciales de esta zona de la villa más afectadas a consecuencia de la crisis.

Biziago! Más vivo es el nombre del programa piloto que ya está en marcha y para ello el Consistorio bilbaino ha elegido cinco locales vacíos ubicados en Belostikale y Tendería para impulsar su transformación. “Queremos emocionar a la gente; imaginar qué sería de esas calles, -ahora de poca actividad-, si se instalasen nuevos negocios”, adelanta el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano.

A través de la sociedad municipal Bilbao Ekintza y la colaboración del Colegio Oficial de Decoradores y Diseñadores de Bizkaia, se va a realizar el concurso ideas dirigido a profesionales colegiados proponiendo la realización de proyectos de diseño e interiorismo. Tras varios meses de estudio, para esta prueba piloto se han seleccionado los cinco locales cerrados y que actualmente están en venta o alquiler, que deberán servir de inspiración para futuros negocios. “Es un momento de oportunidad y con esta iniciativas queremos inspirar a futuros proyectos que puedan transformarse, por qué no, en realidad”, apunta Ochandiano.

En el Casco Viejo viven actualmente 7.500 personas (el 2% de la población de la villa) siendo uno de los barrios más jóvenes del municipio, con una edad media de 42 años.

Está considerado uno de los principales espacios de ocio, de comercio y de gastronomía donde al mismo tiempo se conservan las tradiciones y señas de identidad de Bilbao, por lo que, en opinión de Xabier Ochandiano, “es un indudable elemento de atractividad de la ciudad, tanto para las personas del resto de Bilbao y del territorio histórico de Bizkaia, como para las visitas estatales e internacionales, hasta el punto de que el 100% se acerca hasta el Casco Viejo”.

Según apuntan a DEIA desde el sector comercial uno de los mayores problemas que hace que haya locales vacíos es el precio de sus alquileres o venta. “La valoración que están haciendo los propietarios de sus lonjas no está ajustada a la realidad”, opinan los propios comerciantes. Este es precisamente también uno de los aspectos en los se va a trabajar a nivel institucional. En estos momentos, un local de 80 metros cuadrados, por ejemplo en Carnicería Vieja, tiene un alquiler que ronda los 1.500 euros mensual, precio que se considera excesivo. “En el Casco Viejo hay calles como puede ser Correo que están mucho más cotizadas, pero el valor de los inmuebles no es homogéneo”. Sobre este aspecto, el Ayuntamiento también trabaja en la mediación con los propietarios para alcanzar acuerdos que propicie la reactivación de esos espacios.

Otro de los aspectos sobre los que se va a trabajar es qué tipo de negocios y en qué lugares se pueden ubicar. “Toda idea de comercio, si es buena, tiene cabida en el Casco Viejo, pero habrá que valorar las prioridades de demanda”, dice el sector.

Concurso El concurso Biziago! ya ha empezado a darse conocer entre los profesionales colegiados para incentivar a la presentación de trabajos, que deberán ajustarse técnicamente a la normativa actual bajo la supervisión del Colegio Oficial y Surbisa. Arantza Santamaría, vicepresidente del Colegio oficial de Decoradores y Diseñadores de Bizkaia califica este programa piloto de “ilusionante”. Desde hace meses trabajan en dar forma a este proyecto con ideas con las que pretenden activar y dar vida a locales que llevan tiempo cerrados. “Los diseñadores deberán presentarnos un anteproyecto que consiste en una idea. No solo buscamos un proyecto bonito visualmente, sino que pretendemos que la actividades que nos propongan sea diferente, con identidad, que ofrezca un valor añadido a ese espacio”, explica Santamaría.

De todas las propuestas que se presenten, se hará una selección en octubre de los cinco mejores anteproyectos, uno por local, para lo cual se contará con un jurado profesional vinculado al interiorismo, la decoración y el comercio. Las cinco propuestas elegidas para formarán parte de una exposición final que se exhibirá del 2 al 15 de noviembre, en las propias fachadas y escaparates de dichas lonjas mediante fotomontajes y vinilos explicativos.