Bilbao - El Ayuntamiento quiere empezar para el mes de enero o febrero las obras de reordenación de la entrada al barrio de Basurto desde Zorrotza y Altamira. Unos trabajos complejos que supondrán la readecuación de un tramo de casi 400 metros de longitud de carretera delante del Hospital de Basurto y que incorporará dos rotondas para una distribución más acertada del tráfico. El proyecto también supondrá muchas ventajas para los vecinos de la zona que podrán disfrutar de nuevos paseos, espacios verdes y un nuevo ascensor público.

Pero conseguir este escenario no va a ser fácil ni a corto plazo. La razón es que todos los trabajos se van a desarrollar sin suspender en ningún momento el tráfico viario que cada día suma por este punto periférico de la ciudad más de 9.500 vehículos de media, según el último estudio del tráfico foral en las carreteras vizcainas de 2016.

Una maridaje de obras y circulación que supondrá decenas de cambios provisionales del paso de coches y furgonetas y la habilitación de espacios puntuales para los transeúntes, muchos de ellos usuarios del centro sanitario, así como de los vecinos de Altamira, Santa Ana, Santiago y Bentazarra que obligatoriamente tienen que pasar por este zona en su movilidad a pie hacia el centro de Bilbao.

El planeamiento de estas convivencias difíciles es lo que va a implicar un periodo largo de trabajos. El primer teniente de alcalde y concejal de Obras, Servicios y Rehabilitación Urbana, Ricardo Barkala, reconoce que “va a ser complicada ejecutarla con el tráfico en marcha” razón por la cual “la obra puede irse a los dos años de tiempo, aunque esperamos que se quede en unos 21 meses”, indicó a este periódico.

En estos momentos, los técnicos del área ultiman la redacción del pliego de condiciones del contrato que saldrá a concurso en breve plazo de tiempo. Barkala especifica que “su licitación va a ser por el trámite de vía anticipada con el objeto de que a primeros de años los trabajos se inicien definitivamente”.

Un proyecto que nace con retraso y que el anterior equipo del alcalde Areso ya quiso comenzar antes de terminar la pasada legislatura. Pero no pudo ser. El panorama que vive el barrio de continuas obras, ahora están activas el soterramiento de la Termibus subterránea y la construcción de la cuarta torre de Garellano, sugería un ritmo de tramitación más pausado. A ello también se han unido las peticiones vecinales cuya incorporación también ha demorado los plazos.

De hecho, la idea original que ya se presentó en 2014 a los vecinos y a la dirección del Hospital de Basurto ha evolucionado con importantes cambios. El principal es la incorporación de una nueva rotonda en la intersección de las calles Gurtubay y la avenida de Montevideo, justo donde el trazado del tranvía se curva en dirección a San Mamés. Es un punto donde ahora los cruces son peligrosos y cuyo tráfico aumentará en poco más de un año cuando se generen nuevas circulaciones de autobuses como consecuencia de los accesos a la Termibus soterrada. El diseño de esta intersección dará prioridad al tránsito por la avenida de Montevideo de entrada y salida a la ciudad.

La otra rotonda será mayor que la descrita y se ubicará justo delante de la entrada principal actual del Hospital. Un punto que también dará paso preferente al tráfico descrito y que servirá para reordenar el caos actual de cruces antinaturales.

Ricardo Barkala define esta rotonda como “un fusible que va a atender al servicio del Hospital, a los que bajan a Olabeaga, a los que suben a Altamira y también a nivel peatonal a los vecinos de las zonas de Santa Ana y Santiago”.

La rotonda creará una nueva entrada al centro sanitario, que dará más fluidez al tráfico de ambulancias a la zona de emergencias, y supondrá la eliminación del acceso actual, incluida la vieja garita de control.

El fusible también resuelve con una vía en doble curva la diferencia de altura entre la avenida de Montevideo y la zona de Bentazarra que ahora es factible con el puente provisional que se construyó con motivo del soterramiento del trazado ferroviario de la antigua Feve.

Las dos rotondas unidas permitirá todo tipo de giros y cambios de dirección que ahora están prohibidos o son muy complejos. En este sentido, también desaparece la raqueta o vial curvado que ahora tiene una doble función. Sirve para que varias líneas de Bilbobus recojan y dejen pasajeros y de cambio de sentido al tráfico procedente de la calle Autonomía.

Las dos paradas existentes se trasladarán a una potente zona de carga y descarga unos cien metros más adelante en la misma acera, entre las dos entradas de acceso al Hospital, una espacio peatonal que también crecerá a lo ancho comiendo espacio a la calzada en todo su trazado limítrofe con los edificios sanitarios.

Tres pasos de peatones con semáforos permitirán la permeabilidad del remozado tramo al que los residentes de la parte elevada del barrio podrán bajar bien por escaleras, bien por un ascensor gratuito que salvará los diez metros existentes entre Montevideo y la carretera a Kastrexana.

En este punto también se han introducido cambios con respecto al plan de 2014. El vial que sube a Altamira se proyectaba pegado a los bloques de viviendas, siguiendo la traza antigua. Ahora se ha trasladado hasta pasar casi por encima de la estación de Feve creándose un espacio de paso peatonal de entre seis y ocho metros de ancho con parterres verdes para uso de los residentes. La Asociación de Vecinos de Basurto también ha conseguido evitar que esta vía se convirtiera en un atajo para entrar en Bilbao por lo que la ha conectado con la zona alta del Camino de la Estación.

Otro punto que se reordena a nivel peatonal es la conexión con la zona del ambulatorio de Basurto. Además, de prever delante una zona estancial con arbolado, se ha diseñado una zona de carga y descarga para ambulancias, mejorar el parque infantil y las actuales rampas de acceso al ambulatorio se remozarán para que sean más accesibles.

En el otro extremo del proyecto, se ensanchará el angosto e inclinado acceso que sirve ahora para bajar a Olabeaga. Se habilitarán los dos sentidos de circulación rodada con el ancho estándar, los cuales serán flanqueado por sendas aceras para los residentes y visitantes que bajen al tanatorio.

Este proyecto está incluido en los presupuestos municipales de este año con una previsión de inversión máxima de 3,5 millones de euros, que podrá ser algo menos tras la adjudicación de los trabajos.

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