Bilbao - Los motores clásicos de un centenar de vehículos singulares rugieron ayer con gran intensidad por un fin solidario. En el parque Jardines Gernika de Miribilla, en la capital vizcaina, se dio cita una amplia gama de coches, camiones y autobuses clásicos que hicieron las delicias de un nutrido grupo de personas. Lo recaudado en la cita fue para la ONG Korrontearen Alde Elkartea en favor de la investigación de las enfermedades raras.

Fueron numerosas las familias que aprovecharon la mañana del domingo para disfrutar de la jornada admirando vehículos históricos de gran belleza. Algunos, incluso, no dudaron en aprovechar la ocasión para sentarse al volante de una de estas joyas de cuatro ruedas cuya carrocería brillaba como el primer día bajo el sol. Y es que, pese a que las previsiones meteorológicas anunciaban mal tiempo, la lluvia quiso dar una tregua a este evento. Lo cierto es que esta exhibición, organizada por HTMBoxes, junto a Bridgestone y la asociación de comerciantes de Miribilla, se ha convertido también en todo un clásico.

1.500 euros Entre los automóviles que se exhibieron se encontraban clásicos como el Ford Mustang, vehículos empleados en la II Guerra Mundial, camiones de bomberos de los años sesenta o incluso un camión americano de 11 metros. Lo cierto es que además de disfrutar de la belleza de piezas míticas, el evento, organizado por HTM tenía un fin solidario. A lo largo de la concentración se realizó un sorteo de productos como neumáticos y productos de la propia ONG. Las personas que asistieron colaboraron con la causa y finalmente se llegaron a recaudar 1.500 euros. El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil, y el edil Goyo Zurro hicieron entrega del cheque por esa cantidad a los miembros de la ONG Korrontearen Alde Elkartea, que trabaja con colectivos desfavorecidos.

En la exhibición de vehículos también se pudieron contemplar coches de carreras de la Rallyestone en las que se dejaron ver algunos de sus pilotos que aprovecharon para sacarse fotos con las personas que acudieron hasta el parque Jardines Gernika, de Bilbao. Posteriormente, tanto participantes como asistentes alargaron el evento con la celebración de una comida solidaria a base de sukalki. - S. Atutxa