DESDE hace siete años en Bilbao no es necesario meterse en un museo o en una galería para contemplar arte. Es suficiente con pasear por la ciudad y pararse en aquellos comercios que se distribuyen por las calles de la villa para disfrutar de un sinfín de obras de arte. Se tratan de originales proyectos, ideados por jóvenes artistas los que participan en la séptima edición de Arte Shop y que ayudan a descubrir nuevos negocios. Es arte que se asoma en los escaparates de establecimientos que conforman el tejido comercial de la ciudad. El jurado de Arte Shop 2017, formado por representantes de la UPV/EHU, de Bilbao Arte y de Bilbao Ekintza ha seleccionado diez finalistas que optarán a los tres premios que se otorgará hoy y en el que estará presente el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano. “Es un proyecto importante y consolidado que conecta al comercio de la ciudad con las diferentes expresiones de arte. Arte Shop consigue poner en valor dos aspectos importantes, el comercio y el arte, vinculado a la expresión cultural”, destacó ayer el edil bilbaino en al visita a varios comercios finalistas en el certamen.

A Mar de Dios le ha tocado dar forma a un proyecto artístico en la tienda Nukak Bilbao, en el Casco viejo, que crea todo tipo de carteras y bolsos reciclando carteles publicitarios, neumáticos de bicicletas, mangueras de bomberos viejas... . La artista con su proyecto ha intentado crear un paralelismo entre la forma en la que la tribu indígena colombiana Nukak (nombre de la tienda) devuelve a la tierra lo que de ella toman, de la misma forma que este comercio devuelve a la ciudad en forma de complementos algo que de ella toma. “He colocado en la entrada una techumbre que imita a las arquitecturas efímeras que los Nukak construyen para cubrirse de la lluvia. Después he puesto seis macetas en la entrada. El cliente deberá plantar semillas que les proporcionará Javi, el dueño del negocio, para que crezca la hierba que se irá regando con las gotas que caigan de la techumbre”, describió la artista.

Otro proyecto, completamente diferente, pero no por eso menos interesante es el que ha diseñado Gemma Martín, para la tienda Old Shool factori, en la calle Conde Mirasol. Según explicó Martín desde el primer momento que entra en contacto con el negocio, con una oferta variada de artículos vintage-retro desde los años 20, surgió la idea de crear una obra visual. “La idea es acercar al público desde fuera hacia dentro”, dijo la artista. En este sentido, para enlazar la idea de venta de ropa, el cine ha sido una gran oportunidad para visualizar ropa de diferentes épocas como la que se oferta en el establecimiento. La pieza artística consiste en una instalación visual, en la que se muestra un vídeo con fragmentos de películas en un soporte caja o maleta, junto a una escenografía en el escaparate. “Estoy muy contento de que el jurado haya elegido de finalista este proyecto”, concluyó Martín.