El domingo es el día familiar por excelencia, y cuando el tiempo no acompaña, como fue en el caso de la mañana de ayer, la fusión entre gastronomía, música y arte se convierte en el plan perfecto para pasar la jornada. El pabellón Garabia, en Zorrotzaurre, acogió ayer el primer evento de Jan Kalean, llamado nomad food circus, desde las 11 horas de la mañana hasta las 19 horas de la tarde e integrado en el festival Zona Franca, que por quinto año consecutivo busca acercar proyectos culturales locales.
La lluvia parecía ofrecer una tregua a medida que la gente iba llegando al edificio ferial de ZAWP. No había esquina del recinto - ni siquiera del patio exterior- en la que no se ofreciera una de las diez propuestas gastronómicas protagonistas de este mercado nómada. Los había de todos los colores y para todos los gustos, cada cual con algo distinto que aportar a la gastronomía local.
Bilbao Dulce fue el encargado de poner la nota azucarada al evento. Detrás de sus postres se encontraba Luis Muñoz. Esta empresa, junto con la empresa de catering vegano Sustraiak, comenzó su relación con ZAWP en enero de 2015, convirtiéndolas en residentes de la organización. La peculiaridad de sus postres res reside en su preparación y su coste final: “Nosotros no congelamos los productos, no utilizamos margarina, sino mantequilla, y además el precio de referencia es un precio basado en el coste de la materia prima”. Sus platos con tartas, bizcochos y otros postres tenían las horas contadas desde el momento en el que los allí presentes le echaron el primer vistazo.
Aunque si hubo algo que llamó la atención a los asistentes fueron los food truck. Con un estilo muy internacional, estos camiones ofrecen fast food “pero de calidad”, según explicó Kunta, del local Dando la Brasa. Esta práctica tan poco vista en Bilbao comienza a abrirse paso en otras ciudades como Madrid o Barcelona, aunque Kunta prevé que no tardarán en verse en las calles de la villa.
Al fondo del local diferentes grupos ofrecieron música para todos los gustos. Desde la música pop, pasando por el sonido de la txalaparta en directo, hasta los boleros, la variedad de los aperitivos resultó estar en sintonía con el hilo musical. Por el escenario pasaron los grupos A toda madre, los DJs Mimoloco y Txalaparta y Virgina y los Machine.
Arte en vivo Juan no podía apartar la vista del objeto que el street artist Erb Mon estaba pintando con sprays. En la mesa, tanto botellas de la cerveza Heineken como platos habían abandonado su color habitual y mostraban colores vivos que lograban captar la mirada de todos los que allí se encontraban. Afortunadamente, varios agraciados pudieron llevárselos a casa. Bilbao se convirtió en su lienzo hace ya tres años. Además su interés por el euskera logró vincularle con el idioma llegando a trabajar con el escritor Arkaitz Cano. A su lado Isma presentó sus propias obras. Como ya se ha podido ver anteriormente en la ciudad, el artista elaboró en directo otra de sus creaciones. Su lienzo, lejos de ser normal, se trataba de un colchón donde con un pincel inmortalizó varias frases, despertando la curiosidad de mayores y pequeños.