Bilbao - Las obras de semipeatonalización de la calle Villarías están a punto de finalizar. Una vez concluidas, vecinos, comerciantes y hosteleros de esa zona de la ciudad ganarán un nuevo espacio para la convivencia y para el encuentro. Con esta premisa, es esencial buscar un equilibrio y lograr la coordinación de todas las partes para hallar qué elementos deben formar parte de la vía. El objetivo es claro: Villarías fue, por su cercanía con la ría de Bilbao, una calle portuaria. El reto es recuperarlo cuidando pequeños detalles estéticos.

"Nos gustaría lograr aquella esencia y, aprovechando la semipeatonalización de esta vía, buscar los elementos con los que conseguirlo", destaca el gerente de Bilbao Centro, Jorge Aio. Por eso, trasladaron al Ayuntamiento de Bilbao esta idea y como punto de partida el mobiliario urbano que colocarán estará inspirado en el puerto. Las farolas blancas ya vigilan desde lo alto el ir y venir de los que ya utilizan esta vía. De este modo, según aseguró ayer Aio, la idea es que todas las terrazas que en un futuro se vayan a instalar en esa vía se ajusten a una estética con matices marineros. "En zonas nuevas como estas se puede hacer; lo complicado es en aquellas en las ya existen las terrazas", dicen.

Lo cierto es que la convivencia entre vecinos, hosteleros y comerciantes es un factor clave para lograr acuerdos y en la calle Villarías quieren conseguir que entre todos esta zona se convierta en un punto con carácter, agradable... En la actualidad, en esta calle de Bilbao que no deja de mirar a la ría hay media docena de locales de hostelería, una tienda de deportes y varios negocios de venta y alquiler de bicicletas. Con la semipeatonalización que está a punto de finalizar se prevé que en las lonjas vacías se abran nuevos negocios de hostelería. "Teniendo claro lo que queremos para esta calle es más fácil darle forma en base a las necesidades de vecinos, hosteleros y comerciantes. Sin saturación y recuperando la esencia de puerto que tuvo en otras décadas", aseguran. Villarías se convertirá en la línea a seguir para futuros proyectos de peatonalización en Bilbao, ejemplo de convivencia y de correcta utilización del espacio público - S. Atutxa