Bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao, Cáritas, Cruz Roja Bizkaia y el Banco de Alimentos hicieron ayer un llamamiento a la solidaridad de la ciudadanía para combatir la pobreza en la capital vizcaina porque 2014 va a ser más duro que 2013. "Se están cronificando las situaciones de pobreza" alertó el concejal de Acción Social y Vivienda, Eduardo Maiz, "y las tasas de desempleo siguen siendo importantes". Con este panorama, la situación puede ser insostenible para muchas familias en los próximos meses, ya que, según el concejal, "están consumiendo todos sus ahorros". Por eso, desde el Consistorio y las principales entidades que trabajan en la inserción social animan a colaborar con los más desfavorecidos. A pesar del futuro poco halagüeño que dibujaron los representantes institucionales y sociales, Eduardo Maiz lanzó un mensaje de esperanza. "De esta crisis tenemos que salir todos", dijo el edil bilbaino.

Los datos son más preocupantes que las palabras. Según destacó el concejal de Acción Social, "en estos momentos nos estaremos acercando al 8% de pobreza en Bilbao, lo que significa que aproximadamente 25.000 personas están en situación de pobreza". Pero lo peor de todo, tal y como indicó Eduardo Maiz, no es que hayan aumentado las peticiones de ayuda económica en los servicios sociales del Ayuntamiento sino que "las situaciones de pobreza se están cronificando". De ahí que advirtiera que va a ser "un año muy largo y más duro que el pasado". El edil bilbaino señaló en este sentido que "mientras no volvamos a las cifras anteriores de empleo, en el que ya existía un 5,7% de pobreza, es previsible que el número de familias que sigan en situaciones cronificadas de crisis económica va a estar ahí y va a seguir existiendo". Muchas familias "se están consumiendo los ahorros", dijo. Y aportó un par de datos alarmantes: "Más del 20% de la población ya ha reducido sus gastos de ocio y tiempo libre, y más del 16% de la población ha reducido sus gastos básicos".

Otro dato preocupante. Maiz indicó que "aproximadamente hay un 3% de la población que está en situación de pobreza real, en la que no llega para nada y necesita la ayuda y el apoyo permanente de las instituciones, y otro 5% en la que la situación permanece y se mantiene en la cronicidad, y eso hace que la gente se quede en ese pozo porque no existe empleo y porque no se puede recuperar la situación económica". A pesar de que reconoció que la situación en el País Vasco es "muy diferente" que en otras comunidades del Estado, "porque las tasas de paro son inferiores, no podemos reducir nuestros esfuerzos para que las personas que estén en situación de pobreza puedan salir de ella".

Llamamiento Por eso, Eduardo Maiz insistió en la "necesaria búsqueda de soluciones consensuadas y en un llamamiento conjunto en el que apelamos tanto a la importancia de la solidaridad personal como de las políticas sociales para combatir los efectos de la crisis en las tres necesidades básicas: alimentación, vestido y vivienda".

El Ayuntamiento de Bilbao gestionó el año pasado cerca de 5,5 millones de euros en ayudas sociales entre Ayudas de Emergencia Social (AES), Ayudas Especiales Municipales (AEM) y Plan de Lucha Contra la Pobreza. El concejal de Acción Social destacó que el 70% de esa cantidad se dedicó al ámbito de la vivienda, ya sea para su mantenimiento, pago de alquileres o créditos hipotecarios. El resto lo dedican a otras necesidades básicas como la alimentación o el vestido. También señaló el concejal que el año pasado la Renta de Garantía de Ingresos atendió en Bilbao a más de 15.000 unidades familiares con 117 millones de euros, mientras que la Prestación Complementaria de Vivienda repartió 19 millones de euros en ayudas a 5.800 familias.

Cáritas El director de Cáritas Diocesana, Carlos Bargos, habló de la "necesidad de no bajar la alarma social porque no hay brotes verdes para los colectivos con los que estamos trabajando". Es más, dijo que la situación está empeorando porque, al igual que al concejal, "nos preocupa mucho la cronificación". En este sentido dijo que "por primera vez las personas que están entre 3 y 5 años en el circuito de la pobreza superan a las que se dan de alta en el servicio". Bargos alertó del "desbordamiento" de la demanda que están teniendo en Cáritas y del "estrés y la desesperanza que están acusando muchas familias que amortiguan y han servido de colchón a muchas situaciones de pobreza". Debido a ese aumento de demanda, el director de Cáritas dijo que "estamos reduciendo los tiempos de acompañamiento", pilar fundamental de su labor en el ámbito de exclusión social. Así que Carlos Bargos animó a la ciudadanía a seguir colaborando en la ayuda social "y que no se deje llevar por los cantos de sirena porque, repito, no hay brotes verdes".

Cruz roja El coordinador de Cruz Roja Bizkaia, Manu Calvo, se mantiene en la misma línea. "Yo tampoco veo brotes verdes", dijo, "y queda mucho trabajo por hacer". Así que seguirán trabajando en el ámbito de la exclusión social con "personas que han visto agravada su situación debido a la crisis económica". Calvo recordó que trabajan en tres niveles: "la ayuda a familias con menores a su cargo para cubrir las necesidades de alimentación e higiene en bebés de 0 a 2 años; la ayuda a familias afectadas por la crisis, atendiendo al aseo personal y la higiene; y la ayuda en materia de vivienda y pobreza energética". Durante este año, Cruz Roja Bizkaia espera dar cobertura a 3.000 personas. Y todo ello gracias, como destacó su coordinador, a los voluntarios. Calvo finalizó diciendo que "seguiremos trabajando en base a nuestro lema: estar más cerca de las personas."

Nicolás Palacios, presidente del Banco de Alimentos de Bizkaia, también agradeció la labor que desarrollan los voluntarios que el año pasado distribuyeron casi dos millones de kilos alimentos entre 15.450 personas. Palacios alertó de que la demanda de alimentos se incrementó un 33% y la recogida un 13%, con lo cual las necesidades son mayores. Por eso el presidente del Banco de Alimentos pidió "un esfuerzo mayor para atender a los más necesitados".