BILBAO amaneció ayer nevado, con sus calles, plazas y rincones cubiertos por un manto blanco. Frío en la calle; el termómetro de la plaza Sagrado Corazón marcaba al mediodía 4 grados. Nada que ver con la temperatura que a la misma hora se sentía en el interior del Palacio Euskalduna, donde el Salón Bizkai-Vinos, Vinos con alma, celebró ayer su decimoquinta edición. Un amplio y variado escaparate que ofreció a los asistentes una selección de los mejores vinos estatales e internacionales. "El vino es muy bueno tomarlo con calor o con frío porque te calienta el cuerpo", apunta Manu Martín, organizador de este evento, que cuenta cada año con más seguidores.

Entre los vinos diferentes, este año los participantes en esta feria han podido degustar un caldo elaborado con uvas congeladas de Canadá; una exquisita y selecta novedad que, una vez en el paladar, "hiela los sentidos y hasta el alma", relatan. "Es un vino muy dulce, pero con un alto grado de acidez. La vendimia se realiza de noche, con 7 u 8 grados bajo cero. Las uvas se recogen en enero, cuando están congeladas. El mosto que se obtiene está muy concentrado en azúcares y acidez", explica Naiara L. Tejedor, de vinos Perea.

En el caso de este stand, los asistentes al salón encontraron una variedad de caldos procedentes de Argentina, Nueva Zelanda, Francia, Alemania... "En la selección de vinos internacionales, lo que ofrecemos son caldos que, bien que por su variedad de uva o bien por su climatología, no se puedan encontrar en el Estado. Son vinos diferentes, selectos que merece la pena probar", apunta Tejedor.

Entre los vinos estatales, los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer y catar caldos procedentes de las prestigiosas bodegas pertenecientes a denominaciones muy conocidas como Rioja, Ribera de Duero, Rías Baixas o Rueda, que compartieron protagonismo con otras menos extendidas como Extremadura, Montsant, La Mancha o Mentrida, entre otras. "En estos salones aprendes mucho porque te atreves a probar diferentes vinos que de otra manera no lo haces", comentó Ricardo Álvarez, que ayer acudió al salón.

Lo cierto es que en estas ferias es más que complicado hallar el mejor o, en su caso, el peor vino, ya que, según apunta Manu Martín, eso no depende ni del precio ni de la bodega. "Hay vinos que por muy caros que sean no gustan a todos igual. Depende de cada persona; por eso no hay vinos buenos o malos".

Vinos en Ipad El Salón Bizkai-Vinos se convirtió también en escaparate para el lanzamiento de una nueva forma para elegir los vinos. Se trata de un novedoso programa digital diseñado por Miguel Ángel Vázquez y José Carlos Rodríguez con el que los clientes de los restaurantes pueden seleccionar a través de un tablet el vino que quieren degustar. Este original sistema al que han bautizado con el nombre de vinipad facilita el trabajo a los sumiller para que los clientes conozcan más detalladamente las características de la carta de vinos que hay en el restaurante. "El País Vasco es un mercado muy bueno para presentarlo porque el nivel gastronómico es muy elevado. Es una herramienta muy eficaz para los restaurantes", comentan.