La nueva dirección de Metro revisa las restricciones heredadas en el servicio

Bilbao. La renovada dirección de Metro Bilbao analiza la posibilidad de volver atrás en el tiempo y recuperar las frecuencias y circulaciones mutiladas del cuadro de servicio por el anterior equipo de Iñaki Prego. La decisión que adopten los gestores actuales del suburbano se conocerá, en cualquier caso, antes de que finalice el próximo marzo. Hasta entonces se procederá a revisar los argumentos esgrimidos por la antigua cúpula directiva para haber adoptado esas restricciones que desde el pasado 9 de enero han representado la desaparición de la parrilla de más de 40 convoyes al día con la consiguiente afección a los usuarios del metro.

Tal y como explicó Itziar Garamendi, diputada foral de Transportes y Obras Públicas, durante este tiempo también se procederá a la negociación y al establecimiento de la Propuesta de Servicio para 2014 en el que se fijan los planes de funcionamiento en base a las necesidades reales de los viajeros. "Los datos que se extraigan del estudio que se está haciendo permitirán adoptar las decisiones correctas y oportunas para dar un servicio de calidad, acorde con las necesidades reales de la ciudadanía", describió en el transcurso de la Comisión de Transportes celebrada ayer, centrada exclusivamente en el servicio de Metro Bilbao.

Así las cosas, la dirección actual del metropolitano contrasta si las razones alegadas se corresponden con la realidad del servicio. Los motivos expuestos por los gestores de la etapa socialista fueron puramente financieros, de ahorro: reducir las frecuencias y retirar entre 41 y 50 unidades por día permitiría, a su entender, economizar un total de 748.000 euros al año; 429.000 euros corresponderían a menos horas de conducción y 318.000 euros por ahorros en consumo energético y de mantenimiento, detalló la diputada foral tras haber logrado que los integrantes de la anterior dirección le hicieran llegar el contenido de la decisión adoptada, de la que tuvo conocimiento por los medios de comunicación.

Necesidades reales A la espera de saber cuál será la decisión final, las Juntas Generales de Bizkaia acordaron ayer una Proposición No de Norma en la que se solicita la recuperación de la parrilla en hora punta en vigencia hasta ese 9 de enero, que se extendía desde las siete hasta las diez de la mañana, treinta minutos más que la fijada en la actualidad. Durante el resto del día, por el momento, se mantendrán las frecuencias impuestas por el equipo de Prego.

Y es que, como expresó la jeltzale Nerea Ahedo, las cadencias de paso de los convoyes "se tienen que adecuar a las necesidades reales y, por eso, esperamos el análisis porque no lo tenemos claro". Así, la iniciativa aprobada con los votos del Grupo Popular (proponentes de la misma) y el PNV (que agregaron una enmienda al texto) y la abstención de Bildu y los socialistas, insta a la Diputación a que solicite a Metro Bilbao la "inmediata puesta en marcha de los servicios retirados" en hora punta, ya que esta supresión "provoca situación de aglomeración en los andenes y pone en riesgo la seguridad de los usuarios".

Otro de los puntos del día tuvo que ver con las tarifas del suburbano para el presente ejercicio que, por otro lado, aún no han sido fijadas. La propuesta defendida por Aitor Torre (Bildu) abogaba por la congelación de las tasas y no salió adelante por los votos en contra del resto de formaciones. Los portavoces de PNV, PSE-EE y PP coincidieron en señalar que el debate de este asunto "es prematuro" ya que todavía no se conocen las intenciones de los nuevos gestores.

Ahedo reclamó "prudencia" ya que las decisiones que se tomen sobre las tarifas (que serán remitidas a la Comisión de Precios) para el presente ejercicio podrían tener influencia en los servicios del metro. Para la formación jeltzale, en los nuevos precios deberían primar dos criterios: "premiar a los usuarios habituales y, de haber subida, que no sea superior al IPC".