Una pionera bodega en plena Gran Vía bilbaina
El establecimiento, pionero en el Estado, implanta la cultura del vino en el centro de la capital El céntrico local ejerce de bodega de varios caldos, lugar de embotellado, venta y también de bar
BILBAO. En plena Gran Vía se levanta un proyecto pionero a nivel estatal y un nuevo concepto para los bilbainos; una bodega urbana. Esta idea impulsada por un equipo de personas encabezado por la enóloga Ana Martín, ofrece todos los procesos del consumo del vino en pleno corazón de la villa. En un mismo lugar, se concentra el almacenamiento de los caldos en diez modernas barricas que tienen 500 litros de capacidad cada una, el embotellamiento del vino, su venta y también su consumo.
"Ciertamente, estos son tres negocios en uno. Bodega Urbana funciona como bodega, como punto de venta de vinos y como bar", resumió Ana Martín, una de las caras visibles de este proyecto que está dando sus primeros pasos. La principal novedad que presenta este establecimiento es su variedad en bodega. "En Barcelona o Madrid se pueden ver puntos de venta de una bodega en la que tiene barricas solo de sus vinos, aquí, ahora mismo tenemos cinco variedades distintas de vino tinto y esperamos tener para principios de año algunas de vino blanco", desmenuzó Martín, cuyo paladar y su sabiduría han dado forma a caldos de creciente éxito como el txakoli Itsas Mendi. Esa misma buena acogida quiere tener con esta nueva iniciativa con la que pretende "extender la cultura del vino en la villa". "Teníamos muy claro que había que hacerlo en pleno centro", añadió Martín.
Para ello, pone a la venta en un local cercano al restaurante Guria, un total de 100 variedades distintas de vino, procedentes de diferentes países. Champán, Mencía, Toro... Todas ellas están en las vitrinas situadas nada más entrar al establecimiento, y, por supuesto, no falta el txakoli. "Queremos ofrecer vino a todo el mundo, tenemos marcas de referencia, así como caldos ecológicos y de bodegas pequeñas", precisa Ana Martín. En este último aspecto, esta mujer emprendedora reconoce que "seleccionamos muy bien las bodegas que venden aquí su producto". Desde las estanterías, se puede ver los diez depósitos de 500 litros cada uno en los que se conservan, diez varietales; Garnacha, Tempranillo y Syrah entre otros. Allí esperan a formar parte de una botella y ser embotellado, mientras son refrigerados y conservados.
Una vez han salido de la moderna barrica, a tan solo unos metros y sin salir de la misma sala, los caldos pueden ser embotellados y etiquetados. Ahí aparece una de las grandes novedades que ofrece Bodega Urbana; la creación de vinos a la carta. Los clientes pueden pedir las proporciones de lo que quieren y crear su propio caldo, a su gusto y con una etiqueta personalizada. "Esta es una opción que nos gustaba mucho y que está disponible a partir de un pedido de 5 cajas de 12 botellas", explica Ana Martín. De 5 a 9 cajas, el precio por botella es de 5 euros, de 10 a 19 cajas, la unidad cuesta 4,8 euros, mientras que a partir de las 20 cajas el coste por botella es de 4,5 euros.
Servicio de bar Si por algo destaca Bodega Urbana es por la posibilidad que plantea de profundizar en la experiencia vinícola desde los distintos prismas que ofrece el vino. Disfrutarlo sobre la barra de un bar acompañado de un pintxo o una tapa es una de las opciones y este establecimiento también la ofrece. Los ibéricos y varios tipos de queso son ideales para acompañar en la degustación de los caldos. El descorche de un vino de menos de 40 euros la botella cuesta 5 euros, mientras que el de más de 40 euros cuesta 8. "Esta bodega también puede servir para que los bilbainos se acerquen a tipos de vinos que, difícilmente probarían en otro contexto", indicó Martín.
Además, este centro realizará catas de diferentes vinos y desempeñará la función de lugar en el que formar a los bilbainos en todo lo relacionado con el mundo del vino. Para ello, organizarán diversos cursos de iniciación a la cata de vinos, catas de espumosos y demás actividades que servirán de formación para los que se acerquen hasta este establecimiento. "Queremos acercar la cultura vinícola de tal manera que esta bodega además de todos los servicios que ofrece, sea un centro de conocimiento del vino", explica Martín.
Hasta el momento, este nuevo concepto en torno al mundo de los caldos está teniendo una "buena acogida" entre los bilbainos. "Quien viene, normalmente, repite", señala la enóloga que encabeza este proyecto. "Nos está sorprendiendo que está viniendo gente de mediana edad, muchas personas jóvenes que se interesan por el mundo del vino", añadió Martín.
La capital vizcaina es la primera ciudad del Estado en la que se asienta una iniciativa de este tipo, pero si el proyecto sale adelante, los gestores de Bodega Urbana esperan abrir locales de este tipo en otros lugares. "Esperamos que este local sea el primero de más que abramos en otras ciudades", desea Ana Martín.
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