El Surne Bilbao Basket ha llegado al esprint final de la temporada en su mejor momento, con cuatro victorias consecutivas que premian su trabajo, pero sin otro objetivo que “tratar de alcanzar la mejor posición que podamos”, según Jaume Ponsarnau. Antes de visitar al Lenovo Tenerife, el play-off aún es posible porque lo dicen las matemáticas, aunque los tres triunfos de ventaja con los que cuenta el Manresa en la octava plaza parecen excesivos a seis jornadas del final de la liga regular. “Una vez superada esa frontera de estar entre los dieciséis mejores vamos a intentar que sea el número más bonito que podamos conseguir, pero desde la ilusión, no desde la presión”, apunta el entrenador de los hombres de negro.

Ponsarnau prefiere marcar “objetivos factibles” y buscar que su equipo se mantenga cerca del 100% de su rendimiento. La plantilla está trabajando “con ilusión y alegría y así es más fácil buscar ese máximo”. La mayor preocupación del técnico es que sus jugadores no caigan en distracciones por el futuro ahora que el objetivo de la temporada ya está conseguido y puede empezar a rodearles el ruido del mercado. “Por experiencia lo que más me preocupa es que el foco no esté al 100% por distracciones de dónde estaré en el futuro. Y para eso estamos intentando convencer al grupo y a cada jugador que lo mejor para el futuro de cada uno es el presente. Tengo buenas sensaciones, pero reconozco que es una dificultad”, confiesa Ponsarnau.

La cita de hoy es complicada porque el Tenerife sigue peleando por la tercera posición en la Liga Endesa y acumula una racha de nueve victorias en sus últimos diez partidos y de once en trece. Los de Txus Vidorreta jugarán el miércoles ante el Tofas Bursa duelo decisivo para meterse en la Final Four de la Basketball Champions League. “Desde la derrota en casa con el Zaragoza el Tenerife ha subido su nivel de juego. Tiene calidad y capacidad competitiva y querrán llegar de la mejor manera al miércoles porque es una final para ellos”, señala Jaume Ponsarnau.

La clave para desbordar a un equipo que juega de memoria y que trata de jugar un número bajo de posesiones con alta eficacia será “tratar de acelerar y sacarles del ritmo que a ellos les gusta”. “A ver si podemos conseguir que haya un poco de descontrol”, apunta el técnico del Bilbao Basket, que tendrá que proponer un duelo físico en defensa y rebote para aprovechar que el Tenerife tendrá que dosificar a sus jugadores por el esfuerzo que le está suponiendo la eliminatoria europea.