Si hay algún partido al que le encaje la calificación de trampa, es el que afronta hoy el Bilbao Basket en Palencia. Los hombres de negro saben cómo se las gastan en la ciudad castellana a que allí jugaron tres veces en su último paso por la LEB Oro y tuvieron que superar un duro play-off ante el conjunto palentino, que cuatro años después al fin pudo cumplir su objetivo del ascenso. Sin embargo, está pagando la novatada y recibe a los bilbainos con solo una victoria y un muy escaso margen de error si quiere lograr lo que parece el milagro de la permanencia.

Jaume Ponsarnau espera, por ello, “un partido difícil, duro y muy exigente” y considera que la primera premisa para aspirar a un triunfo que supondría un respiro en una clasificación muy comprimida es “mostrar el máximo respeto al rival”. El Zunder Palencia ha tenido algunos días más sin competición para tratar de adaptarse al libreto de Luis Guil, su nuevo entrenador tras el despido de Marco Justo, que no logró dar continuidad a un inicio esperanzador en el que rozó varios triunfos de calidad. “Habrá cosas que nos sorprendan, pero debemos intentar que ellos no encuentren sus mejores sensaciones y aprovechar los momentos en los que puedan caer en la ansiedad”, comenta Ponsarnau.

El entrenador del Bilbao Basket reitera que la mentalidad y disposición de su equipo “siempre han sido buenas”, pese a que los malos resultados y la mala racha de algunos jugadores, “casualmente en el mismo puesto”, llevaran a una crisis de confianza y acierto de la que tendrían que salir en cualquier momento. Ahora, el técnico catalán espera recuperar el equilibrio y “producir puntos en la pintura, que es la manera en que nuestro ataque ha funcionado mejor”.

Con todo, Ponsarnau quiere “igualar el deseo e intensidad que mostrara el Palencia, que ve en este partido una oportunidad de seguir agarrado a su objetivo y a nosotros aún nos faltan victorias”. El ambiente en el pabellón no ha decaído hasta ahora y 200 seguidores desplazados desde Bilbao tratarán de compensar el ánimo de la parroquia local que quiere exprimir su primera experiencia en la mejor liga de Europa.

El Palencia, desde luego, se toma el choque como una final “y eso no es poner más presión porque la situación es la que es”, según Guil, que cree que “una buena defensa y juego en transición son las claves del partido”. La marcha del veterano Brandon Brown, que no ha cuajado en Palencia, dará minutos como base a Agustín Ubal, el joven uruguayo que aún no ha podido confirmar por falta de minutos los buenos detalles que apuntó el pasado curso en el Bilbao Basket.