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Williams-Goss, un ‘rookie’ muy preparado

El base Nigel Williams-Goss brilla en su debut profesional con el Partizan

Williams-Goss, un ‘rookie’ muy preparadoFoto: Partizan

EL salto desde el baloncesto universitario al profesional se les suele atragantar a infinidad de jugadores, no solo en la NBA sino también en las competiciones europeas. Es un paso que requiere de un periodo de adaptación a un mundo completamente distinto en el que cambian dinámicas de equipo, idiomas, la exigencia competitiva e incluso el propio juego. Absolutamente todo. No es el caso de Nigel Williams-Goss, el base estadounidense del Partizan que tras cerrar su periplo en la NCAA ha aterrizado en el baloncesto europeo rindiendo a muy alto nivel desde el primer día. Su último encuentro en la ABA League, saldado con victoria ante el Igokea gracias en parte a sus 30 puntos (10 de 13 en tiros de campo) y 8 asistencias, no es más que la punta del iceberg. Este base de 1,91 metros y 23 años promedia 14,4 puntos y 8 asistencias en la competición balcánica y 16,5 puntos y 5,5 pases de canasta en la Eurocup. No está nada mal para alguien que solo lleva siete partidos como profesional.

Y es que Williams-Goss siempre ha hecho gala de una madurez y un saber estar impropios de la altura a la que se encuentra su trayectoria baloncestística. De hecho, el pasado curso lideró a Gonzaga hasta la final de la NCAA, en la que perdió ante North Carolina. El director de juego de Oregon lideró en anotación y asistencias a los Bulldogs en cinco de los seis encuentros de la March Madness, incluida la contienda final ante los Tar Heels, en un equipo en el que también figuraban Przemek Karnowski, actual pívot del Andorra, y Zach Collins, poste elegido por Portland con el número diez en el último draft. Pese a su probada capacidad de liderazgo, sus notables niveles de anotación, sobre todo penetrando a canastas y tirando de media distancia, y su solvencia moviendo a sus equipos, Williams-Goss no fue elegido hasta el puesto 55 del draft por los Utah Jazz, donde no había sitio para él. Su falta de velocidad, la carencia de un físico explosivo y el hecho de estar por aquel entonces ya próximo a cumplir los 23 años le penalizó a ojos de los ojeadores.

Hijo de un sargento de las Fuerzas Aéreas retirado y una exculturista, Williams-Goss ya era una gran promesa antes de empezar su periplo de high school, hasta el punto de que su familia no dudó a la hora de mudarse desde Oregon hasta Las Vegas para que Nigel pudiera competir en la prestigiosa Findlay Prep Academy, donde compartió equipo con Tristan Thompson, Cory Joseph o Anthony Bennett ganando el título nacional en 2011 y 2013, año en el que fue elegido All American. Ese año contó con numerosas propuestas para dar el salto a la NCAA y no estuvo lejos de sorprender a todo el mundo al decantarse por Harvard. En su familia siempre le dieron vital importancia a la educación -con once años recibía clases de mandarín y en la universidad ha acabado cursando dos licenciaturas: Psicología y Comunicación-, pero finalmente optó por Washington. Desde el primer día se convirtió en el líder de los Huskies, pero tras su año sophomore decidió cambiar de universidad, cansado de su dinámica perdedora. De nuevo infinidad de centros que le ofrecían minutos, brillo personal... ¿Cómo le convenció Gonzaga? “Tuvimos que mostrarle los informes que teníamos de los rivales, los sistemas de ataque y defensa, nuestro plan de trabajo para él en el año que debía estar sin jugar...”, recordó el año pasado su técnico, Mark Few. El jugador respondió llevando el curso pasado a su nuevo equipo hasta la final de la NCAA. Él siempre está preparado.