Athleticzales afectados por la dana: "Fue un infierno"
Juan Yuste, vizcaino afincado en Alfafar y presidente de la peña Cruz Cubierta del Athletic, relata a DEIA su experiencia sobre la catástrofe que asoló el sur de Valencia hace poco más de cinco meses
La vida de Juan Yuste pudo cambiar por completo en la terrible tarde del 29 de octubre del pasado año. Sin mediar notificación alguna, en una absoluta irresponsabilidad política, una corriente de agua que asoló un puñado de localidades al sur de la capital de Valencia estuvo cerca de arrastrarle hacia un destino incierto. Salvó la vida por la pericia de un vecino que, tras intentar abrir la puerta de un patio de forma manual, tuvo la brillantez de subir a su casa para desde allí, a través del telefonillo, accionar el mecanismo automático. La suerte que corrió Juan, Jon para los amigos, un vizcaino afincado desde hace cuatro décadas en la Comunidad Valenciana, no la tuvieron las más de 200 personas que fallecieron como consecuencia de una dana devastadora.
Más de cinco meses después, el que es presidente de la peña Cruz Cubierta del Athletic, atiende a DEIA en la nueva sede social de la organización, a escasos metros de la zona cero. Se emociona, como es lógico, al recordar aquella tarde de octubre. Salió del taller en el que trabaja, donde el agua alcanzó los dos metros y medio de altura, con el objetivo de llegar a casa junto a su mujer, pero a mitad de camino, con el agua por la cintura y gracias a la pericia de uno de los muchos héroes anónimos de aquella tragedia, encontró resguardo en casa de un compañero de trabajo.
“Fue un infierno”, relata antes de quebrarse. Se reencontró con su mujer en la madrugada del miércoles, en torno a las tres de la noche. “No había luz en las calles y vi su silueta desde el primero gracias a que tenía encendida una vela en casa”. Necesita hacer una nueva pausa; la voz se le rompe y no aguanta las lágrimas. “Es muy duro recordarlo”, asegura.
Sin saberlo entonces, estaban viviendo una especie de pesadilla, aunque pasada la riada quedaba casi lo peor. “Fue un absoluto caos. La gente venía a ayudar con toda su buena intención, pero el desorden era muy grande. A eso añádele que mucha gente no sabía del paradero de sus familiares, que había que moverse con el barro hasta las rodillas en algunos casos, con algunos cadáveres en las calles tapados con sábanas porque no había manera de que llegara nadie a llevárselos…”. Es el relato del dolor casi medio año después.
Junto a él está Javi, tesorero de la peña, nacido en Albacete pero criado durante unos años en Usansolo, y una de las personas que más el ayudó en los días posteriores a la dana, cuando todo era caos y encontrar alimentos en los supermercados era poco más que una misión imposible. “Hubo gente que saqueó supermercados para llevarse patas de jamón y botellas de güisqui. Que un padre o una madre puedan hacer algo similar para coger pañales o algo de comida para sus hijos lo entiendo, pero eso… hubo quien se aprovechó de una terrible desgracia”, lamentan ambos.
Detalle del Athletic
El caso de Juan es similar al de miles de valencianos. No tuvo que lamentar la pérdida de ningún familiar, aunque sí la de algún amigo. Él perdió el coche, pero también el de su mujer, que se convirtieron en un amasijo de hierros. Chatarra. Como tantos y tantos. En la peña Cruz Cubierta, que tiene en torno a medio centenar de socios, una decena de ellos se vieron afectados directamente por la riada, aunque las pérdidas, dentro de lo malo, solo fueron materiales. No hubo que lamentar ninguna pérdida humana.
“En medio de la tragedia que estábamos viviendo, recibí una llamada de Javier Ucha -responsable de Relaciones Externas y Atención al Socio del Athletic- que me hizo mucha ilusión”, apunta Juan Yuste. “Se preocupó por los peñistas, por si echábamos de menos a algún miembro y se interesó también por conocer hasta qué punto nos había afectado la dana”, relata. “Fue un detalle que aquí valoramos mucho. Muchas veces decimos que el Athletic es diferente y la gente no entiende por qué, pero se explica fácilmente por detalles como el que acabo de comentar”, agrega.
Más allá de esa preocupación del club por conocer el estado de sus peñistas, hubo una acción llevada a cabo por la entidad bilbaina que también le tocó la fibra a Yuste. El Athletic, que realizó una campaña solidaria llamada AMIC Athleticzale, recaudó material deportivo por valor de 110.000 euros y otros 32.500 euros que repartió entre once de los clubes no profesionales más afectados por la dana.
Vecino de Alfafar, Juan Yuste aprovecha el altavoz para ejercer de portavoz de esos once equipos. “Están súper agradecidos al Athletic por lo que hizo. Vino Iribar, los chavales se hicieron fotos con él y después le mandaron al club un mensaje de agradecimiento con banderas del Athletic y también la de nuestra peña. Esto es ser distintos”.