La presentadora Reyes Prados mantiene su sentimiento sevillista
EL partido de mañana entre el Athletic y el Sevilla será especial para Reyes Prados. Dos equipos que se juegan el pase a las semifinales de la Europa League y la presentadora de ETB se sentirá en el medio. Sus orígenes contra su actual vida en Euskadi. Aunque el favorito está claro para esta andaluza. Nada de corazones divididos. Reyes es sevillista “de nacimiento” y estará en el Sánchez Pizjuán para animar a su equipo en el choque ante los rojiblancos. “Quiero que el Sevilla saque adelante la eliminatoria, pero el Athletic puede darle también la vuelta. Espero que no. De todos modos el Sevilla va a tener que aguantar mucho porque el Athletic va a venir muy fuerte”, opina.
Prados será una más dentro del infierno que le espera al Athletic. La Feria de Abril trae muchos recuerdos al Sevilla y será clave para alimentar más todavía el hervidero del Sánchez Pizjuán. “El famoso jueves de Feria es el del gol de Antonio Puerta al Schalke, que luego nos llevaría a la primera UEFA, pero siempre se crea un ambiente especial. La gente irá al campo en coche de caballo y vestida de flamenca, yo la primera. Todo eso dará más apoyo al equipo”, cuenta la presentadora. Los seguidores sevillistas están acostumbrados a ejercer de jugador número doce en las grandes citas, algo que también ocurre en Bilbao, en opinión de Reyes Prados: “Las dos aficiones son más parecidas de lo que creemos. Ambas tienen mucha fe y necesitan muy poco para venirse arriba”.
Reyes Prados vuelve estos días a Sevilla con motivo de la Feria, pero su vida profesional está en Euskadi. Llegó hace diez años para, en principio, un trabajo de tres meses y casi sin darse cuenta, la andaluza se ha amoldado a la cultura vasca e incluso ahora se desenvuelve perfectamente con el euskera. “Decidí intentarlo poco a poco y ver hasta dónde podía llegar. Iba a clases, estudiaba un montón de horas en casa y, al final, este diciembre logré sacarme el EGA, por lo menos puedo decir que he aprendido bastante”, cuenta. Esta decisión por conocer el idioma sorprendió tanto aquí como en tierras andaluzas, aunque siempre ha sentido el apoyo de todo el mundo. “En Sevilla les encanta cuando hablo en Euskera y me preguntan sobre el idioma. Mientras, en Euskadi siempre me he sentido muy apoyada y les enorgullece que viniendo de fuera haya tratado de aprender su idioma. Es algo que tengo que agradecer porque sus ánimos me han ayudado a seguir en los momentos más complicados”, explica la andaluza, todo con su característico acento que “no quiero perder por nada del mundo”.