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Un mar de dudas

El Athletic vive su pico más bajo del curso que alimenta el vértigo en Liga Valverde no acierta con la revolución

Un mar de dudasefe

bilbao - Probablemente el personal se marchó ayer de San Mamés inmerso en un mar de dudas. Habrá quien, incluso, empiece a dar síntomas de dramatismo propio del calentón. Los números no engañan. El Athletic solo ha sumado tres de doce puntos posibles y, lo que es más inquietante que las estadísticas, sus sensaciones no son nada gratificantes, cuando no ha hecho más que empezar el baile de partidos y la primera revolución, o lo que diplomáticamente se denominan rotaciones, que lleva a cabo Ernesto Valverde acabó en un auténtico caos.

Valverde seguramente quiso enseñar que este Athletic cuenta con fondo de armario. Son tres las competiciones que tiene que afrontar, entre ellas la exigente Champions, que conlleva un sobre esfuerzo físico y mental. El técnico, por tanto, revolcó el once con seis novedades respecto al que compareció el miércoles ante el Shakhtar Donetsk y, visto lo visto, la apuesta resultó fatal, lo que es fácil subrayar a toro pasado. La gestión es rotunda. De esas seis caras nuevas, Valverde prescindió de la mitad a lo largo del encuentro, con lo que quedaron señalados Unai López, Erik Morán y Susaeta, aunque no fueran los exclusivos causantes de la derrota, cuando en el césped ejercieron varios pesos pesados del plantel.

Lo cierto es que son tres encuentros consecutivos sin vencer, sin ver puerta y con pocos rastros del Athletic que sedujo el curso pasado. Se ha tratado de una semana nada fantástica, lo que alimenta los discursos alarmistas, sobre todo porque el mismo Valverde se encarga de acentuar que la Liga es la que da de comer y, se quiera o no, la despensa asoma muy vacía, y con el horizonte cercano de la comparecencia en Vallecas y la visita del Eibar, dos equipos rocosos como el Granada de Joaquín Caparrós, que por fin conoció su primera victoria ante los rojiblancos desde que saliera de Bilbao en el verano de 2011.

un vacío El Athletic solo ha sido capaz de sumar en uno de los cuatro partidos de Liga y encadena su segundo encuentro consecutivo en San Mamés sin marcar, lo que desconcierta a la parroquia, que se había acostumbrado a lo bueno en los 23 duelos anteriores en Bilbao, donde el Granada, entonces liderado por un Mikel Rico, volvió a ganar como lo hiciera en la primera campaña de Marcelo Bielsa en un encuentro, como el de ayer, en el que se aprovechó de una de sus pocas ocasiones y de la pájara de los leones, que necesitan cargar las pilas en tal vorágine de compromisos.

Al conjunto rojiblanco le salieron muy pocas cosas, lo que es desconcertante cuando se trataba de un encuentro “fundamental”, como así lo había tildado en la víspera Valverde, que decidió emparejar en el centro de la defensa a Etxeita y San José, un dúo que no ejercía desde la visita al Levante, curiosamente también dirigido por Caparrós, la temporada pasada. El utrerano no dio mucho carrete a ambos como técnico de los rojiblancos, sobre todo al primero, que tuvo que dejar el equipo en el mercado de invierno en 2009 para iniciar una etapa en el Cartagena.

El Athletic, por tanto, ha entrado en una minicrisis. A estas alturas de la Liga pasada lucía una cosecha de nueve puntos transcurridas las primeras cuatro jornadas y paradójicamente fue también el Granada el que le sacó los colores en Los Cármenes en el séptimo encuentro, aunque aquella dolorosa derrota le sirvió para reactivarse. Un cambio de dinámica del que también requiere en esta ocasión. La Champions tiene, como se sabía, su peaje. Sin embargo, los rojiblancos deben aparcar de su retina la máxima competición continental, porque de lo contrario el coste puede ser aún mayor. Y el Rayo y el Eibar, como se lo hizo ver ayer el Granada, están al acecho.