Síguenos en redes sociales:

Jokin Aperribay: "Algún día la Real logrará otro título, pero me dará igual si estoy de presidente o no"

Una vez cumplidos los cinco años al frente de la Real y después de lograr de forma abrumadora la reelección, Jokin Aperribay descubre antes del derbi ante el Athletic su lado más personal. Aparca su rol como presidente del club txuri-urdin y aflora el aficionado que lleva dentro

Jokin Aperribay: "Algún día la Real logrará otro título, pero me dará igual si estoy de presidente o no"Ruben Plaza

Donostia. Usted siempre ha sido de la Real.

Desde pequeñito. Soy de Deba. No sé desde qué año exactamente son socios mis aitas, pero siempre venían al fútbol. Yo soy un loco del fútbol, siempre me ha gustado. En Deba ya empecé a jugar de portero. Soy de 1966 y vine a Donostia en 1974. Soy socio de la Real desde el 17 de julio de 1974.

Dicen que era un buen portero...

Jugaba ahí porque se me daba bien parar. Luego vas fijándote y aprendiendo. La verdad es que me defendía. Jugué en el colegio, en la Real alevín y luego estuve muchísimos años en el Lengokoak. También en Ordizia, Zumaia y en la UPV.

Afirma sentirse futbolista pese a no haber llegado a ser profesional.

El fútbol siempre lo he vivido como afición. Después de esa edad yo me he sentido futbolista. Y no he echado de menos jugar al fútbol de manera profesional.

¿Cuál fue su primer partido de la Real?

Contra el Barcelona de Cruyff que la Real ganó 3-2. Mi padre era socio desde bastante antes. Luego entró como vicepresidente de la Real en el verano de 1983, justo después de las ligas.

Afortunado usted, estuvo en Gijón.

Fui como aficionado con mi padre y con un tío mío. Se dieron muchas circunstancias: la pérdida de la Liga de la temporada anterior, muchos recuerdos de esa temporada, parecía que se iba a repetir, en el último minuto, cuando iba a terminar, incluso una jugada que no parecía que iba a terminar en gol? Muchas circunstancias que llevaron a esa explosión. Yo estaba con mi tío y con mi padre y teníamos al lado a un merengón que nos dio el coñazo durante todo el partido. Fue un momento de una gran alegría.

¿Cambió mucho su visión de la Real cuando su aita entró en la directiva de Alkiza?

Yo tenía 17 años cuando mi padre empezó a ser directivo de la Real. Era el último año de COU. No recuerdo que cambiase mi visión como aficionado. No le di demasiada importancia. Entonces se viajaba menos, no había tanta repercusión. Además yo jugaba al fútbol y tenía mi partido cada fin de semana, lo que no te permitía viajar. Pero sí recuerdo desplazamientos a Zaragoza, a Bilbao?

¿Dónde se sentaban en Atotxa y qué encuentros recuerda?

En Atotxa estaba en la Tribuna Sur.

El 5-0 al Athletic, el del Inter de Milán, que fue un gran partido...

Su ídolo era Arconada, pero ¿quién le gustaba en el campo?

Mi ídolo fue Arconada. Zamora era un gran jugador. Agustín Gajate me parecía un defensa extraordinario. Cuando eres portero te fijas en esas cosas, en el jugador que busca el sacrificio en el campo.

La primera vez que le propusieron entrar en una plancha electoral la rechazó.

Cuando dije que no quizás fue porque no me sentía preparado para dar el paso y ayudar a la Real lo suficiente. No hubo ninguna condición especial.

¿Por qué cambió de opinión después en una plancha electoral casi fantasma?

Di el sí porque la Real estaba cerca de ser irreconocible. Pensaba que alguien debía dar el paso y en ese momento fui yo. Una cosa es que no nos diésemos a conocer y otra que no nos conociésemos. Trabajamos mucho antes. No puedes dar el paso sin un trabajo previo.

El entrar sin presentar un programa molestó a un sector de la afición.

No fue una Junta General al uso. No se han vivido juntas así en la Real. Nosotros íbamos con una voluntad clara, no nos gustaban las formas de hacer y era una cuestión de si a la gente le gustaba, sí; o si a la gente no le gustaba, no. Al final no solamente se transmitió en esa junta que había una mayoría con desconfianza y que no estaba de acuerdo, en la junta general anterior las votaciones habían sido claras. Otra cosa es que haya gente que no lo acepte y que piense que no es la mejor forma.

¿Pasó mucho miedo ese día?

No. Tuvimos paciencia y nada más.

¿Qué tipo de presidente tomó como referencia?

Más o menos compartes un modelo de Real Sociedad que lo has aprendido de las personas más cercanas y que más sienten al club. Y desde luego que mi padre fue una de ellas. Con el paso de los años uno también se ha formado un concepto de lo que tiene que ser la Real. No solo está mi padre, sino también Luis Arconada y otras muchas personas cercanas que te han transmitido los valores para querer a la Real. Luego intentas llevar a la práctica ese conocimiento. El problema es que a veces la realidad o la verdad no te deja hacerlo.

¿Se queda con algún modelo de gestión anterior en el club?

Me quedo mejor con vivencias. Por poner un ejemplo, yo he hablado con mi padre o con Arconada muchísimas horas de la Real. No solo de cómo tiene que ser el club, sino también de su influencia en el territorio. Mi padre es menos conocido, pero yo siempre lo he tenido muy presente en casa como vicepresidente, desde donde ha entregado muchas horas a este club. Luis Arconada es un ejemplo vivo de la Real en cuanto a sacrificio y esfuerzo. Junto con Benito Díaz es el nombre más importante de la historia del club. Pero también hay más personas, como Javier Calparsoro, Juan Ramón Esnaola? Que han dado mucho a esta institución.

¿Se mete muchas noches en la cama y le impresiona pensar que es el presidente de la Real?

En la cama intentas descansar. Soy consciente de que tengo la responsabilidad de representar a la Real.

¿Ha pasado muchas noches sin dormir por la Real?

Muchas. Al principio lo vi muy negro.

¿Cuándo se tocó fondo?

Creo que el tramo de siete u ocho meses hasta empezar la temporada 2009-10. Después presentamos el Convenio de Acreedores y fuimos fijándonos y centrándonos en los aspectos deportivos. A partir de ahí todo fue creciendo. En los primeros seis meses como presidente de la Real, el equipo solo venció dos encuentros en casa, pero no recibimos ni una sola pitada. Ninguna. Eso es un reflejo de que la gente quería tranquilidad, buscar el camino, dar equilibrio al club? Además de, por supuesto, subir. La Real no puede ser noticia constantemente al margen de lo deportivo.

Una de sus primeras decisiones fue el ascenso del discutido Loren, que muchos identificaron como un pago por favores anteriores...

Primero, porque le conocía. Segundo, porque conocía bien el club. Tercero, porque creo que es una persona con mucho conocimiento del fútbol del entorno de la Real y del exterior. La Real no es un club con una gran capacidad de inversión. Son puestos de gran confianza en los que muchas veces se debe sacrificar las enormes perspectivas para mantener las señas de identidad y la filosofía del club.

Ha tenido cuatro entrenadores. Lillo no acabó de convencerle.

A los cuatro les estoy muy agradecido y a ninguno de ellos le hemos destituido. Juanma es un extraordinario entrenador y tuvo mucha importancia en la serenidad que manifestó en esos primeros seis meses. Luego pensamos que el jugador tenía que crecer un poco más.

Lasarte fue quizá más amigo, pero la salida fue mala.

Hicimos un enorme primer año y el segundo lo empezamos bien, pero el equipo no acabó con mucha fuerza y creímos que era interesante dar un cambio.

Montanier fue casi su gran triunfo personal.

Más que triunfo personal, fue el reconocimiento a él por su capacidad de trabajo y de entrenar. Es una persona que trabajó muchísimo para la Real y sus ideas coincidían mucho con las del propio club.

Arrasate es su apuesta de casa.

Jagoba me parece un entrenador con un gran futuro, que conoce perfectamente al club y a todos los jugadores que lo integran. Atesora un gran conocimiento del fútbol.

¿Como presidente le perturba la puerta abierta por Illarra? La afición teme una estampida un verano.

La historia de la Real está marcada por la salida de varios jugadores importantes y nunca ha pasado nada. Si ocurre, ocurrirá. Lo que debemos hacer es ofrecerles las mejores condiciones para que no suceda. Si creen que su etapa en la Real ha acabado al contar con mejores ofertas, lo gestionaremos en su momento. Pero ahora me preocupa más el resultado del derbi o de la Copa.

¿Le reconforta que le ratifiquen con un 98% de las acciones?

Yo creo que es muy bueno. Tanto para el club como para sentir el respaldo.

¿Llegó a plantearse no presentarse a la reelección?

Sí, por supuesto. Llegamos a la conclusión de que los cinco años que habíamos estado al frente de la Real nos habían dado la experiencia suficiente como para intentar afrontar una reelección de manera positiva.

Los que le conocen dicen que no parará hasta remodelar Anoeta.

Ya veremos, en los próximos meses se van a tener que decidir muchas cosas en ese sentido.

¿Cree que la Real ha hecho tanto por Donostia que merecía tener un campo de su propiedad?

No, estamos hablando de un bien público. Aunque la Real también lo es, tanto de la ciudad como del territorio. La Real es mucho más que un equipo de fútbol, ya que representa un sentimiento. Yo como presidente no estoy en condiciones de exigir nada al Ayuntamiento ni al Gobierno vasco. La Real hará el máximo esfuerzo en el momento oportuno.

¿Sueña con un título?

No. Estoy seguro de que algún día la Real logrará alguno y me dará igual si estoy de presidente o no. Bueno, hemos logrado el de campeón de Segunda, que fue importantísimo para la Real.