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Conversación en 'La Catedral'

La novela que lanzó a la fama al genial escritor peruano Mario Vargas Llosa bien pudiera servir para situar la conversación que Julen Guerrero e Iker Casillas mantuvieron en 'La Catedral' días antes de iniciarse su demolición. Recuerdos, anécdotas y mucho, mucho sentimiento

Conversación en 'La Catedral'Baleuko

bilbao. "Cuenta con Iker al cien por cien". Logramos establecer el primer contacto con el entorno más próximo de Iker Casillas el 23 de diciembre de 2012, pero no fue hasta casi cinco meses más tarde cuando el portero del Real Madrid se reencontró con Julen Guerrero, el primer futbolista que le hizo un gol en Primera División (en San Mamés, claro, y un golazo, por supuesto). La espera en absoluto fue achacable al portero. Su enfrentamiento con su entrenador, Jose Mourinho, primero; y su grave lesión en una mano, después, lejos de propiciar su desplazamiento a Bilbao no hizo sino complicarlo. En aquellos meses, Iker solo tenía una cosa en mente: recobrar cuanto antes la salud para recuperar cuanto antes la titularidad perdida. "Tranquilo, tranquilo, Iker participará en el documental. Cuenta con él al cien por cien", insistían desde su círculo de confianza.

El 14 de abril de 2013, el Real Madrid jugó por última vez en el viejo San Mamés. Pese a que en algún momento se especuló con que el técnico portugués firmaría una tregua con Casillas para tener un gesto de generosidad, sabedor de lo especial que siempre fue para Iker el campo del Athletic, Mourinho no tuvo compasión y lo relegó a la suplencia. Esa noche, Casillas abandonó San Mamés por una puerta lateral, de incógnito, se metió a toda pastilla en un coche de alta gama, pernoctó en un hotel de Bilbao y, a las nueve y cuarto de la mañana del lunes 15 de abril, ya estaba apretando la mano del futbolista que le hizo el primer gol en la elite, de falta, en la portería de Ingenieros (que antes fue la de Capuchinos). Ocurrió el 12 de septiembre de 1999.

De aquel gol, y de tantas y tantas experiencias vividas en el ya extinto viejo campo de San Mamés, departieron aquella soleada mañana Guerrero y Casillas, encantados de participar en el documental Un siglo y 90 minutos, un proyecto liderado por la productora Baleuko e impulsado por el Athletic Club, la Diputación Foral de Bizkaia, Euskal Telebista, Euskaltel, Canal+ y el Ayuntamiento de Bilbao con el fin último de legar a las generaciones venideras al menos una parte de la mística del viejo San Mamés. Este es el testamento de Guerrero e Iker Casillas, dos grandes del fútbol.

Julen Guerrero: Yo empecé a entrenar con el Athletic a los 8 años. En mi casa no teníamos la posibilidad de venir, económicamente no podíamos, pero al entrar a la escuela de Lezama, a todos los chavales nos daban una entrada. Tengo el recuerdo de un 6 de enero, que me compró mi aita mi primera bandera. Antes había banderas por todos lados, ahora desgraciadamente no dejan entrar banderas. Había un córner especial para niños, donde íbamos todos los chavales menores. No es que se viera muy bien, pero disfrutábamos mucho y ahí es donde empiezas a coger el 'sentimiento Athletic'.

Iker Casillas: Desde pequeñito, sí. Yo recuerdo cuando solíamos venir por aquí, por Bilbao, con mis padres, por algún motivo familiar... Porque yo aquí tengo familia, en Zorrotza. Viví aquí unos meses. Y me acuerdo de haber pasado por al lado de San Mamés, y mi padre decir: 'Mira, Iker, ahí está San Mamés', y yo mirarlo y decir: '¿Por qué no voy a poder jugar algún día aquí, en un campo mítico como este?'. Está claro que son sueños de niño, que tienes con 9 o 10 años, pero que al final se cumplieron, y siempre mi vida ha estado un poco ligada a San Mamés. Para mí es bonito haber debutado aquí. Es un campo especial.

J. G.: Además, el del Madrid es siempre un partido señalado por parte del Athletic.

I. C.: Sí, sí (risas).

J. G.: Creo que ha sido el partido que más se habrá disputado en San Mamés cuando se derrumbe. Es de los partidos especiales del año.

I. C.: Da pena. Da pena que se derrumbe.

J. G.: Sí. Por un lado da pena, desde luego, porque dejas muchos sentimientos aquí. Prácticamente toda la vida has estado metido, desde que eres pequeño hasta hoy. Pero el club también tiene que modernizarse si quiere seguir estando en la elite, y peleando por algo grande. Un campo nuevo, con más socios, económicamente al club le va a venir mucho mejor, y al final le va a permitir pelear por cosas más importantes.

I. C.: En mi caso, será como que no debuté en ningún sitio, porque acostumbrado a venir a San Mamés y a ver el ambiente... Cada año que vienes te acuerdas de aquellos momentos en que salías del famoso túnel... Que yo no sé cómo es posible que no os dejaseis ahí los gemelos cada vez que terminaba un partido... Pero, sí, cada vez que vengo pienso en aquel momento en el que, de repente, pasas de estar jugando en 3ª División, que nadie te ve, un periodista, 500 personas, a pasar a jugar en San Mamés, con 300 periodistas mirándote, las cámaras, el ambiente, el Athletic... Da vértigo.

J. G.: Además, este es de los campos que más achucha la gente, con el público muy encima... Para el equipo contrario... Hombre, yo también pienso que si viniera con el equipo contrario me gustarían estos ambientes, porque al final, cuando quieres jugar en un campo, lo que quieres es verlo lleno, que animen al contrario, sí, pero que haya calor... Yo creo que eso también motiva.

I. C.: Así que tuve suerte de debutar aquí. Me acuerdo del ambiente, me acuerdo de todo. Me acuerdo como si fuese ayer cuando estaba colocando la barrera y me hiciste el primer gol. Tú no te acordarás, porque no creo que te acuerdes de mí o que dijeras: 'Mira, debuta este chico, le voy a meter el primer gol'.

J. G.: Tú ya eras una persona conocida. Habías pasado por todas las categorías de la selección y habías conseguido títulos, así que tampoco eras un nombre extraño.

I. C.: Tú imagínate para mí, ponerme ahí y decir: 'Me va a tirar la falta Julen Guerrero'. Pues venga, a ver qué hago...

J. G.: Al final decidí tirar por el lado tuyo, yo creo que hiciste un paso a tu lado, te medio resbalas y ya no puedes llegar...

I. C.: Fue un golazo. Un golazo.

J. G.: A mí me preguntaron el día que debuté: 'Oye, ¿no has tenido miedo a salir?'. Miedo, no: estaba deseando que me dieran esa oportunidad, y me imagino que sería lo mismo en tu caso.

I. C.: Cuando yo debuté aquí, esa temporada habíamos tenido muchos problemas con el tema de la portería. Estábamos Bodo Illgner, Bizarri y yo. Yo venía como tercer portero del equipo, y jugaba con el filial, con el Castilla. En septiembre se lesiona Bizarri, Bodo no está muy recuperado y entonces Toshack decide apostar por mí. Estábamos en Madrid, y me lo dijo el día anterior. Enseguida se lo das a conocer a tu familia, los nervios te empiezan ya a perseguir... Y cuando llegas a Bilbao, con todo el ambiente, con la gente, con la afición esperándote en el aeropuerto y en el hotel... Recuerdo que me tocó con Fernando Hierro en la habitación, y lo que me dijo Fernando fue: 'Mira, te voy a dejar esta noche solo, que vas a estar más tranquilo'. Y al día siguiente ponía la tele y hablaban de mí, Casillas debuta, todo el día... Toshack lo hizo muy bien porque me arropó en todo momento. Así y todo, lo pasé un poco mal porque estaba un poco angustiado... Pero, bueno, salí muy contento.

J. G.: A los cinco minutos te centras en el partido y te olvidas del resto. El partido te permite desconectarte.

I. C.: Y tú, ¿con quién debutaste?

J. G.: Con Heynckes, también con 18 años, pero lo mío fue diferente. La temporada anterior estaba en el juvenil, que quedamos campeones de Liga y Copa. Jugué 12 partidos con el Bilbao Athletic, que estaba en Segunda División, y a tres o cuatro nos subieron a hacer la pretemporada con el primer equipo. Lo normal era hacer la pretemporada y bajar, pero empecé a jugar partidos, cada vez más y más minutos... y al final llegó el primer partido de Liga y jugué de titular, contra el Cádiz. Debutar aquí en San Mamés era el sueño de mi vida, y con el Athletic. Yo lo que más recuerdo de aquel partido fue cuando bajé las escaleras del túnel, tras salir del vestuario, y me dije: 'Por fin voy a debutar con el Athletic'. Llevaba desde los 8 años aquí, y lo que estás deseando es que llegue ese día. Y luego, una vez que empezó el partido, pues sin más: te olvidas de todo y te dedicas a jugar. Fue además un partido sufrido, porque acabamos con uno menos... Pero al final ganamos, y fue un año bastante positivo.

I. C.: ¿Qué temporada fue?

J. G.: 92-93. Septiembre de 1992.

I. C.: Septiembre de 1999, siete años después yo. Septiembre.

J. G.: Buen mes septiembre.

I. C.: Julen, ¿y algún momento especial que hayas vivido aquí en San Mamés? Uno solo, ¿eh?

J. G.: La verdad es que en San Mamés todos los momentos especiales, es un campo que no te deja margen a que no haya nada especial. Hasta un saque de banda se vive mucho. Pero hay partidos muy señalados. Tuvimos la época que se acercaba el Centenario del Athletic, y queríamos conseguir algo importante... Y celebrar ese Centenario, si podía ser con algún título, pues mucho mejor... Lo que pasa que los títulos son difíciles de conseguir.. Nos queríamos centrar en la Copa, a ver si podíamos llegar a la final y ganarla. No salió bien, pero peleamos por el subcampeonato. Y lo conseguimos en el último partido, aquí, contra el Zaragoza, con un ambiente que fue una locura...

I. C.: Yo, aparte de debutar, el año pasado ganamos aquí la Liga. Veníamos de un momento difícil, como fue caer de las semifinales de la Champions ante el Bayern, pero nos presentamos en San Mamés sabiendo que si ganábamos éramos campeones de Liga a falta de dos o tres jornadas. Fue una Liga muy positiva para nosotros, donde hicimos récord de todo, y proclamarte campeón aquí, en San Mamés, que no había pasado nunca hasta que llegamos nosotros y lo conseguimos.

J. G.: Un privilegio, ya que sois los únicos que habéis celebrado aquí la Liga, aparte del Athletic, claro.

I. C.: Muy contentos.

J. G.: Tengo entendido que grabaste un vídeo de aquella Liga, ¿no?

I. C.: Sí, porque me parecía bonito: fue donde debuté, me proclamé campeón de Liga y me apetecía un poco... Primero, me lo guardé para mí, pero luego lo quería compartir también con la gente. Y como sé que en Internet se va a quedar todo, pues me grabé un par de veces en San Mamés en el centro del campo, porque me hace sentir especial este campo.

I. C.: De San Mamés siempre recordaré el túnel y los vestuarios. El vestuario no es muy grande, y luego está el túnel, que tiene una rampa hacia abajo bastante considerable... Cuesta subir hasta el vestuario, como es todo tan cerrado... Es curioso. Siempre lo hemos comentado entre los jugadores, pero ese es también el encanto que tiene San Mamés.

J. G.: Recuerda a algunos campos ingleses, que tienen el túnel estrechito y vas codeándote con el contrario...

J. G.: Por cierto, tenemos varias coincidencias: dos hermanos que se llaman Unai, y viviste aquí, en Bilbao... Habrá que mirar la regla, si al final podrás jugar en el Athletic o no.

I. C.: No, yo creo que no hay ninguna raíz... La única raíz que tengo en Bilbao es mi familia política, mis tíos. Mi hermano se llama Unai, y yo me llamo Iker, porque mi padre tuvo que venir aquí a trabajar desde 1979 hasta 1982,y le gustaron los nombres. A mí me gusta... He de reconocer que cuando era más pequeñito, con 6 o 7 años, cuando me preguntaban en el colegio cómo me llamaba, les decía mi nombre y no atinaban, porque era un poco inusual que en Madrid alguien se llamase Iker.

J. G.: Y tú, Iker, vas a ser un privilegiado, vas a jugar en los dos campos.

I. C.: Esperemos, esperemos que sí.

J. G.: Yo daría unos años hacia atrás para poder jugar en los dos. Una pena.