Teixeira Vitienes desoyó las quejas de Gurpegi por los cánticos ofensivos desde la grada
El sábado José Antonio Teixeira Vitienes y hace dos cursos su hermano Fernando desoyeron las quejas de Carlos Gurpegi por los cánticos ofensivos desde la grada
bilbao. Cada una de las visitas del Athletic al Santiago Bernabéu en los últimos años se ha convertido en una quimera para los rojiblancos. Una losa insalvable que, por muy predecible que sea, siempre acaba de la misma manera. Cabezas gachas, rostros serios y un vacío tremendo. Son las consecuencias de las goleadas que encajan los leones en el feudo blanco. Pero más allá de las derrotas, de la desesperación generada por la impotencia de no poder hacer frente a la superioridad madridista, la actitud de cierto sector de la afición del Real Madrid para con Carlos Gurpegi deja mucho que desear. Por habitual, pues lo de 'Gurpegi eres un yonqui' se repite a lo largo de muchos de los campos de la Liga, no deja de ser denunciable. Lo peor de todo, sin embargo, no son los lamentables insultos de los Ultra Sur, sino la nula reacción del árbitro, que hizo caso omiso de la denuncia del capitán rojiblanco alegando que no escuchaba "nada". José Antonio Teixeira Vitienes, que también se comió un clarísimo penalti de Fabio Coentrao, debió ser el único que no alcanzó a oír lo que el resto del estadio y muchos telespectadores sí hicieron. Una actitud inexplicable y que el propio jugador denunció.
Markel Susaeta, de quien se malinterpretaron sus palabras tras la rueda ofrecida con España, y Carlos Gurpegi fueron objeto de la ira de los radicales madridistas, aunque para la prensa estatal solo parecieron existir los insultos hacia el primero, como así lo registraron en la jornada de ayer. Visiblemente enfadado, el de Andosilla no se mordió la lengua al encontrarse con los micrófonos de Canal+. El navarro fue cuestionado sobre los cánticos en contra del de Eibar. "Le hemos dado ánimo y le hemos dicho que esté tranquilo", apuntó Gurpegi. Después llegó el resto. "Lo triste es que yo le diga al árbitro si escucha los insultos y que él me diga que no oye nada. Me puede decir que no puede hacer nada, pero que me diga que no lo oye es un poco triste", se lamentó el jugador rojiblanco. Un hecho grave, muy grave, que pareció no importar a Fernando Llorente, más preocupado por devolver la ovación de la afición madridista -que llegó a corear su nombre-, que por las ofensas a los que todavía son sus compañeros. El sábado se le vio muy a gusto en el coliseo blanco, fotografiándose con sus colegas' de la selección. Quizá ya haya decidido destino.
El acta arbitral redactada al término del encuentro por José Antonio Teixeira Vitienes no reflejó nada sobre los insultos, que se quedaron en el limbo. Por supuesto que no fue la totalidad del estadio la que orientó sus iras hacia Gurpegi y Susaeta. No hay que generalizar, pero quizá el Comité de Antiviolencia debería tomar medidas para que hechos tan lamentables como los del sábado a la noche en el Bernabéu no se volvieran a repetir.
Es posible que si los ofendidos hubiesen sido otros jugadores, de mayor carisma, entiéndase: Cristiano Ronaldo o Messi, los insultos hubiesen ocupado muchas portadas de distintos medios. Pero el Athletic no debe vender. En cambio, el codazo de David Navarro al astro portugués dio que hablar para varios programas. Hasta que apareció en escena Susaeta y su "representamos a una cosa". Pobre de él. Unas palabras malinterpretadas, sacadas totalmente de contexto por aquellos que no quieren unir fútbol y política, pero que han generado una corriente contraria al futbolista rojiblanco.
un 'deja vu' Se da la casualidad de que Fernando Teixeira Vitienes, hermano del colegiado que el sábado dirigió el partido del Santiago Bernabéu, también vivió una situación similar con Gurpegi. Un deja vu. Casualmente en Madrid, aunque en este caso en el Vicente Calderón. La sordera debe ser compartida por ambos, sino no se entiende su pasividad. Fue el 30 de enero de 2011 cuando el Frente Atlético decidió imitar a sus amigos de UltraSur para no dejar en paz al capitán rojiblanco. Al grito de 'Gurpegi eres un yonqui' o 'Gurpegi muérete', los ultras no cesaron en su intento por increpar al de Andosilla y, de paso, retratarse por enésima vez. En el feudo del Atlético de Madrid, Fernando Teixeira Vitienes, el hermano pequeño, tampoco registró nada en el acta.
Al término del encuentro, tanto Carlos Gurpegi como Josu Urrutia denunciaron los cánticos. Ambos salieron en defensa de un interés común, de unos hechos lamentables que se repiten en numerosas ocasiones. Casualidad o no, ninguno de los hermanos Teixeira Vitienes quiso escuchar nada. Hicieron oídos sordos. Una actitud de la que a buen seguro el Athletic y el Comité de Árbitros habrán tomado buena nota.