Dublín - La líder del izquierdista del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, la gran triunfadora en las elecciones generales irlandesas tras derrotar al bipartidismo, comenzó ayer a buscar apoyos para formar un Gobierno de coalición progresista.

El histórico resultado obtenido por el partido que sirvió de altavoz político al ya inactivo IRA durante el pasado conflicto ha acabado con la hegemonía de las dos formaciones que se han repartido el poder en este país desde hace casi un siglo, el democristiano Fine Gael (FG) y el centrista Fianna Fáil (FF).

El recuento final de los comicios celebrados este sábado confirmó ayer que el Sinn Féin fue el partido más votado, con el 24,5% de sufragios de primera preferencia, lo que le reportó 37 de los 160 escaños en juego, por los 38 del FF y 35 del FG del primer ministro, Leo Varadkar, el gran derrotado.

El líder centrista y jefe de la oposición en la pasada legislatura, Micheál Martin, ha indicado que, a pesar de tener un escaño más -gracias al sistema de transferencia de votos por las segundas y sucesivas preferencias expresadas en la papeleta-, McDonald se ha ganado el derecho a intentar formar un gobierno progresista.

Leo Varadkar, todavía taoiseach (primer ministro), también destacaba que el Sinn Féin "ha ganado más votos" y, en consecuencia, "tiene la responsabilidad" de buscar un Ejecutivo con "formaciones de izquierdas o con el Fianna Fáil".

PRIMEROS CONTACTOS De momento, McDonald ha iniciado contactos con el Partido Verde, que también ha irrumpido tras pasar de tres a 12 escaños; con los Demócratas Sociales, que tienen seis; y con el colectivo antiausteridad El Pueblo Antes que el Beneficio (PBP, sus siglas en inglés), que obtuvo cinco diputados.

Asimismo, la dirigente nacionalista tiene previsto llamar a varios independientes y al Partido Laborista para contar con sus seis parlamentarios, aunque su líder, Brendan Howlin, es reticente a entrar en esa coalición encabezada por el Sinn Féin. En ese contexto, McDonald no llegaría a los 80 escaños que dan la mayoría, por lo que no ha descartado negociar con el Fianna Fáil de Martin, con el que debería decidir cuál de los dos líderes sería el próximo taoiseach, así como el reparto de carteras clave.

División en el Fianna Fáil Varios diputados del FF ya han indicado que no quieren formar gobierno con el Sinn Féin, en línea con la posición marcada por Martin durante la campaña, cuando reiteró su rechazo a cualquier pacto con los republicanos por su pasado violento y sus políticas económicas, que tachan de populistas y radicales. Por contra, otra corriente de los centristas sostiene que el partido debe volver a gobernar, aunque sea con los izquierdistas, pues lleva ya casi una década alejado del poder, después de ser visto como el responsable de colapso económico de 2010.

Aunque McDonald prefiere gobernar sin FF o FG, tampoco ha descartado abrir conversaciones con los democristianos de Varadkar, cuya posición, no obstante, está en peligro tras registrar el segundo peor resultado electoral en la historia de este partido.