Bruselas - El Parlamento británico ha dado ya su luz verde definitiva a la Ley del Brexit, algo que Boris Johnson, primer ministro británico, ha definido como "cruzar la línea de meta". También la reina Isabel II ha estampado ya su firma en el texto legislativo, lo que transpone el tratado al derecho británico.

El vicepresidente de la Cámara de los Comunes, Nigel Evans, anunciaba la obtención de la sanción real en una breve declaración parlamentaria, que fue recibida con gritos de júbilo por parte de algunos diputados. El Reino Unido "ha cruzado la línea de la meta del Brexit". Así ha anunciado Boris Johnson, primer ministro británico, la aprobación definitiva de la Ley del Brexit por parte de Westminster. Pocas horas después, la reina Isabel II firmaba el texto rubricando de facto la legislación. Ahora el voto del Parlamento Europeo separa la consumación del Brexit. Un trámite que, salvo sorpresa de última hora, será una mera formalidad. Todos los ojos están ahora puestos en las que se prevén arduas negociaciones para la relación futura.

El Parlamento británico ha tramitado la Ley del Brexit, sellada poco después por la reina. Tras los dolores de cabeza del pasado, la cámara -que cuenta con mayoría absoluta de los conservadores- daba su visto bueno definitivo a la legislación que ratifica el Acuerdo de Salida. Solo falta el voto del Parlamento Europeo, que se prevé tenga lugar el próximo 29 de enero en el mini-Pleno de Bruselas.

La Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo aprobó ayer el acuerdo, el último trámite antes de que el conjunto del pleno vote su ratificación el próximo 29 de enero, dos días antes de la salida británica.

Con 23 votos a favor, 3 en contra y sin abstenciones, los diputados de esta comisión recomiendan así al pleno del Parlamento Europeo que apruebe el acuerdo de retirada pactado, el texto que recoge los términos del divorcio entre ambos.

El brexit no se para votando 'no' Tras este voto, el Consejo (los países de la UE) aprobará el acuerdo por mayoría cualificada antes del 31 de enero, un voto que no se espera plantee ningún problema.

El coordinador para el Brexit del Europarlamento, Guy Verhofstadt, ponente de la recomendación votada ayer, recordó a los diputados que no ratificar el acuerdo en la Eurocámara no detendrá el Brexit, que sucederá en cualquier caso el 31 de enero, pero sí evitaría que se produjera con un acuerdo regulado. "Si votar en contra significase que no habrá Brexit, sería el primero en votar que no. Pero la elección es entre un Brexit ordenado y uno sin acuerdo", avisó.

Junto con la aprobación de la ley, los diputados británicos echaron por tierra las enmiendas previas aprobadas por la Cámara de los Lores. La Cámara Alta había aprobado días antes una medida para establecer un permiso de residencia físico con el objetivo de que los ciudadanos comunitarios no quedaran en desventaja tras el Brexit. Pero la Cámara de los Comunes lo rechazó.

Otro de los puntos que establece la Ley del Brexit es la imposibilidad de prorrogar el periodo de transición, contemplado para negociar los términos de la relación futura. Así, el Reino Unido dejará de ser un Estado miembro de pleno derecho la medianoche del 31 de enero. Y tendrá que tener un acuerdo comercial y unas relaciones definidas en términos de vital importancia como la seguridad para el 31 de diciembre de este año. No obstante, Johnson podría legislar para permitir la extensión, pero ya ha anunciado que no lo hará.