Los estudiantes que se encontraban en clase cuando el hombre ha irrumpido en el campus de Leioa de la UPV armado con una escopeta y ha efectuado varios disparos relatan los momentos de nerviosismo que se han vivido en varias de las facultades del centro universitario. "Estamos en shock, ha sido surrealista. Son cosas que ves que pasan en Estados Unidos, nunca te llegas a imaginar que algo así pueda pasar aquí", reconocían minutos después de ser desalojados.

"Estábamos en clase cuando hemos escuchado lo que luego al parecer han sido disparos, aunque en ese momento no hemos pensado en que pudieran serlo. Han sido cinco. Algunos alumnos se han asomado a la ventana pero estábamos en medio de clase y nadie le ha dado más importancia", relataba Mikel Arteaga, un estudiante de tercero de Periodismo. "Al terminar la clase sí que hemos visto que había más movimiento y se ha empezado a comentar que un chico había entrado con una escopeta a la facultad".

Este estudiante comentaba cómo "una chica que estaba en el lugar ha contado que ha entrado en la facultad, les ha dicho que se fueran y ha disparado contra las televisiones que había dentro y a las cristales. Al parecer, también a una trabajadora de la limpieza le ha dicho que él no quería hacer daño a nadie, ni a estudiantes ni a profesores ni a ningún trabajador, sino a la universidad".

Iker Fernández, Joana Ubierna y Zuriñe Carrascal, estudiantes de Medicina, estaban en un descanso entre clase y clase cuando se han producido los disparos. "Una compañera ha recibido un mensaje de que había un tiroteo. No nos lo creíamos, pensábamos que era mentira", reconocían. "Escuchábamos un helicóptero y bastante ruido en la calle pero, ¿cómo te vas a imaginar algo así?". Los estudiantes de la Facultad eran desalojados a continuación. "Ha sido un susto muy grande. Estamos en shock todavía, ha sido surrealista. Son cosas que ves que pasan en Estados Unidos, nunca te llegas a imaginar que algo así pueda pasar aquí".

"HEMOS ESTADO HORA Y MEDIA DEBAJO DE LAS MESAS"

El tiroteo ha sorprendido a varias trabajadoras del servicio de limpieza en el último piso de la Facultad de Ciencias, donde han tenido que pasar hora y media resguardadas debajo de unas mesas sin poder salir del comedor. "Al principio hemos pensado que eran petardos pero sonaban más fuertes". Justo habían terminado su descanso cuando han empezado a escuchar por los pasillos que una persona había entrado en la facultad con una escopeta. "Nos hemos vuelto a meter al comedor y ahí hemos estado hora y media, debajo de las mesas. Han estado sonando disparos todo el tiempo, no han sido solo cinco. Estábamos muy asustadas porque no sabíamos lo que pasaba".