Bilbao - La familia de Kiara, la niña de 9 años que fue asesinada presuntamente por su madre en Atxuri el pasado enero, recibió como un jarro de agua fría la noticia de que la vista oral que dará comienzo el jueves en la Sección Sexta de la Audiencia de Bizkaia se celebrará sin la presencia de los medios de comunicación. “Con el juicio a puerta cerrada están tratando de lavar su imagen”, sentencia Tamara Pérez, portavoz de la familia, en referencia a Ada, la presunta filicida que se enfrenta a la condena de prisión permanente revisable, en lo que constituye la primera petición de esta condena en Bizkaia. “Queríamos que el juicio tuviera repercusión mediática, como el de Diana Quer, el de Gabriel o el caso de José Breton”, expone la portavoz, que no entiende la medida al considerar que beneficiará a la acusada. “Cada uno tiene que pagar por lo que hace y asumir todas las consecuencias. Que sea igual para todos”, afirma Pérez.

La vista oral se desarrollará durante cuatro jornadas y, según la portavoz, solo estará abierta a la prensa escrita la segunda jornada, el día en el que testificarán agentes de la Er-tzaintza. De esa forma, quedan excluidas del foco mediático las declaraciones de la acusada, los testigos y los forenses. “Estamos esperanzados. Creemos que podemos conseguir la condena que creemos justa”, señala la portavoz. Al igual que la Fiscalía, Valeriano Borja, el padre de Kiara, que ejerce como acusación particular, y la Asociación Clara Campoamor, en calidad de acción popular en la causa, solicitarán la pena máxima. La jueza que instruirá el caso será Nekane San Miguel, la misma magistrada que encausó a La Manada de Bilbao. “Estamos hablando de que la víctima es una menor, creemos que va a hacer un buen trabajo”, apunta Tamara Pérez sobre la magistrada que presidirá un jurado popular compuesto por nueve personas.

Fue el pasado 16 de enero cuando Josune, la hija mayor de Ada, de 19 años, halló a la pequeña Kiara y a su madre abrazadas e inconscientes al llegar al domicilio familiar. Los sanitarios llegaron a tiempo para reanimar a la madre, pero no pudieron hacer nada por salvar a la niña de 9 años. Tras su evacuación al Hospital de Basurto y tras ser ingresada en planta, Ada fue detenida como presunta autora del homicidio de Kiara. La pequeña murió por la ingesta de una serie de medicamentos, entre ellos analgésicos de tipo opioide y antidepresivos, que presuntamente su madre le suministró. Aunque Ada mantuvo su inocencia desde un inicio, alegando que un hombre encapuchado que entró en su casa le había obligado a matar a la niña, la familia de la menor asegura que ha presentado como prueba una carta que envió desde prisión incriminándose.

“Valeriano está frustrado por tener que enfrentarse él solo a todo, quiere solicitar el permiso para que un amigo entre con él al juicio porque no se ve preparado psicológicamente”, asegura Tamara, la mujer del padre de la hija mayor de Ada. “Josune, por su parte, ha solicitado un informe del psiquiatra que la trata para que pueda entrar yo con ella”, expone la portavoz de la familia, quien añade que para ella, que se ha negado a ver a su madre en prisión, “va a ser muy duro volver a revivirlo todo”. El encuentro con Ada cree que les despertará “rabia, dolor, impotencia... Muchos sentimientos”.