La Conselleria valenciana de Sanidad sigue recomendando, por un principio de precaución, el uso de agua envasada para beber y cocinar mientras no se pueda garantizar que en cada casa la situación está “también clara y está segura”. Así, lo señaló la subdirectora general de Seguridad Alimentaria, Laboratorios de Salud Pública y Sanidad Ambiental, Claudia Mc Allister, en unas declaraciones para explicar el circuito de vigilancia de Salud Pública sobre el control de las aguas en las zonas afectadas.

La vicepresidenta del Consell y consellera de Servicios Sociales, Susana Camarero, apuntó que hay 21 puntos de suministro abiertos pero ha insistido en la recomendación de beber agua embotellada. “Se está intensificando cada día el agua embotellada que se envía a los municipios para que nunca falte. Aún dando la aptitud del agua, por lo tanto se puede utilizar, la recomendación sigue siendo que en estos primeros días se siga consumiendo agua embotellada”, insistió.

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Al respecto, Mc Allister señaló que la situación “va a cambiar día a día” porque “cada día están entrando nuevos resultados analíticos que permiten dar la aptitud de nuevas zonas de abastecimiento, pero también puede ser que surja algún tipo de incidencia que implique que un agua que ya estaba dada como apta haya que revertir esa situación”. Por ello, la situación se tendrá que resolver día a día “siempre comunicando a la población para que sepa si el agua es apta o no y hasta qué punto se puede utilizar”.

Así, recordó que el día 31 se comunicó desde los centros de salud pública a los ayuntamientos que comunicaran a la población que “el agua que tenían disponible, en el caso de que la tuvieran, porque había muchos que no tenían agua, se podía utilizar para distintos usos, pero no para beber ni para cocinar” y “se restringía ese uso hasta que se pudiera demostrar que el agua era apta”. La Conselleria redactó una instrucción a los ayuntamientos y a los operadores de abastecimiento de cuáles iban a ser esos parámetros mínimos que se exigirán para “demostrar la aptitud del agua en función del tipo de incidencia que habían tenido los abastecimientos, si había sido simplemente un corte de electricidad o si se trataba de un daño en las infraestructuras”.

Análisis del agua

Así, se envió a los gestores de abastecimiento y a los ayuntamientos, que los días 4 y 5 “estuvieron tomando ya muestras”. Mientras tanto, y a la espera de estos resultados, que tardan aproximadamente una semana, desde la Conselleria “se hicieron tomas de muestras también solo con microbiológicos, que en 48 horas se tienen resultados, para asegurarse de que no había un riesgo que no estábamos contemplando”.

Mientras tanto, el agua seguía siendo no apta para beber y para cocinar y por ello se recomendaba el uso de agua envasada o de agua potable que viniera en forma de cubas o cisternas. Los análisis daban resultados “favorables”, por lo que “hubo cierta tranquilidad a la espera de los nuevos resultados que aportaban los gestores, que los han remitido el sábado y el domingo. Los centros de salud pública valoran esos resultados y si consideran que son favorables y que dan lugar a la aptitud, lo comunican a la Dirección General de Salud Pública, que es la que hace la declaración de aptitud del agua”, indicó.

Asimismo, los centros de salud pública señalaron que los ayuntamientos deben comunicar a los ciudadanos la situación en la que tienen el agua y si hay restricciones para beber o cocinar. La recomendación general es que la gente se informe en su ayuntamiento de cuál es la situación de su abastecimiento de agua. Una vez comunicado, hasta que no se demuestre que el agua es apta, no podrán quitar esa restricción. Con todo, esta situación “va a cambiar día a día” conforme entran nuevos resultados analíticos.