Se acabó la selectividad light. La nueva prueba de acceso a la universidad, que recupera el nombre de PAU de la era Wert, pondrá fin a partir del curso que viene al modelo implantado hace cinco años –a raíz de la pandemia– que da al alumnado la posibilidad de elegir las preguntas que mejor se sabía y sacar mejores notas estudiando menos de la mitad del temario, lo cual ha disparado las notas de corte. En la nueva PAU se podrá elegir entre varias preguntas, pero esta elección no podrá implicar en ningún caso la disminución del número de competencias específicas evaluadas, por lo que la opcionalidad “no implicará poder estudiar menos temario”. Así reza el argumentario empleado por el Ministerio de Educación después de que el Consejo de Ministros haya aprobado el proyecto de decreto que regulará a partir de junio de 2025 la PAU.

La prueba de acceso a la universidad vuelve por sus fueros clásicos pero adaptada al enfoque por competencias y menos memorístico que consagra la ley en vigor (Lomloe). Mismas asignaturas, misma forma de calcular la nota final, mismo peso de la nota de Bachillerato, misma duración de los exámenes... Finalmente, tampoco habrá una selectividad común para todo el Estado, tal y como las derechas llevan reclamando desde hace más de una década aunque en la etapa del popular José Ignacio Wert al frente del Ministerio no articulasen nada que se acercase a esa selectividad única.

El nuevo modelo cuenta con una estructura, unas características “básicas” y criterios de corrección “mínimos” para todo el territorio. Es decir, como hasta ahora. No obstante, la ministra Pilar Alegría vendía ayer que “es la primera vez” que la selectividad incluye “criterios comunes y homogéneos” en todo el Estado. Esta afirmación se cae por su propio peso porque las comunidades autónomas seguirán siendo las encargadas de organizar la prueba en sus territorios. Y lo único que deben cumplir son unos “mínimos” que llegan marcados por el currículum Lomloe de segundo de Bachillerato.

ORTOGRAFÍA Y GRAMÁTICA 10% DE LA NOTA

La única novedad de calado respecto a la EAU actual y que sí responde a ese objetivo de conferir a la prueba cierta homogeneidad dentro del distrito único universitario son ciertos criterios de corrección comunes, como las penalizaciones por las faltas de ortografía o la falta de coherencia de los textos. En aquellos ejercicios en los que las preguntas requieran la producción de textos, la valoración correspondiente a la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación, no podrá ser inferior a un 10 por ciento de la calificación.

Al igual que en el anterior modelo, cada uno de los ejercicios tendrá una duración de 90 minutos y se establecerá un descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, 30 minutos. No se computará como periodo de descanso el utilizado para ampliar el tiempo de realización de las pruebas del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo a los que se les haya prescrito dicha medida.

SIN NOVEDAD EN LAS CALIFICACIONES

En cuanto a las calificaciones, no hay ningún cambio. La nota de la prueba se calculará haciendo la media aritmética de cada uno de los ejercicios. Será un valor entre 0 y 10 puntos con tres cifras decimales y la nota mínima es un 4. La nota de acceso a la universidad se calculará sumando el 60% de la nota media normalizada de Bachillerato y el 40% de la calificación de la prueba de acceso. También tendrá un valor de 0 a 10 con tres decimales y la mínima necesaria será un 5. En la fase de admisión se sumarán a esta nota de acceso las dos mejores calificaciones ponderadas de las materias que cada universidad determine.

ESTAS SON LAS CLAVES DE LA NUEVA SELECTIVIDAD

Nueva PAU.

El Consejo de Ministros ha aprobado el real decreto que regulará a partir de ahora la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), un nuevo modelo que concreta las características básicas de los ejercicios, regula unos parámetros comunes para la evaluación y criterios objetivos de corrección y calificación. Entrará en vigor en junio de 2025. Para armonizar los exámenes a nivel nacional, respetando las competencias de educación que están transferidas a las comunidades, el nuevo modelo cuenta con una estructura y unos criterios de corrección “mínimos comunes” para todo el Estado.

Asignaturas obligatorias

Los alumnos y alumnas que el próximo curso superen con éxito segundo de Bachillerato y se presenten a esta prueba, se examinarán de cuatro materias (Lengua y Literatura II, Lengua Extranjera II, la materia específica obligatoria de la modalidad cursada y de Historia de España o de la Filosofía), en el caso de las comunidades sin lengua cooficial. En aquellas CCAA con más de una lengua oficial, los estudiantes se examinarán también de Lengua Cooficial y Literatura II (cinco materias en total).

Hasta cuatro optativas para subir nota

Además, quienes deseen mejorar su nota de admisión podrán examinarse de hasta cuatro materias más, que serán elegidas por el alumno. Serán materias distintas a las de la fase de acceso, podrán ser de modalidad, cursadas o no, la materia común no realizada en la fase de acceso (Historia de España o de la Filosofía) y una segunda lengua extranjera. En caso de querer examinarse del número máximo de materias (cuatro), una de ellas deberá ser obligatoriamente este segundo idioma.

90 minutos de duración

Como hasta la fecha cada ejercicio tendrá una duración de noventa minutos, con un descanso mínimo de media hora entre exámenes consecutivos. El alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo tendrá derecho a tener más tiempo para realizar cada ejercicio, si así lo prescribe su necesaria adaptación y sin que afecte a la duración de sus descansos.

Penalizaciones

La coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación, que supondrá al menos el 10% de la calificación de cada pregunta o tarea que implique la redacción de un texto.

Calculo de la nota

En cuanto a las calificaciones, no hay ningún cambio. La nota de la prueba se calculará haciendo la media aritmética de cada uno de los ejercicios. Será un valor entre 0 y 10 puntos con tres cifras decimales y la nota mínima es un 4. La nota de acceso a la universidad se calcula sumando el 60% de la nota media normalizada de Bachillerato y el 40% de la calificación de la prueba de acceso. También tendrá un valor de 0 a 10 con tres decimales y la mínima necesaria será un 5. En la fase de admisión se sumarán a esta nota de acceso las dos mejores calificaciones ponderadas de las materias que cada universidad determine.