Abrir el grifo y que salga agua para ducharnos o para beberla es algo que damos por sentado. También que podamos hacerlo con tranquilidad. A día de hoy un porcentaje cercano a la mitad de la población mundial no dispone de saneamiento. Es más, el 26% (2.000 millones de personas) carece de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.
Se cumplen 30 años desde que Naciones Unidas estableció que cada 22 de marzo sea el Día Mundial del Agua. Concienciar sobre la importancia vital del agua para la humanidad y lo escaso que es cada vez más este recurso. Este año, el lema es “Agua para la paz”. Por escasez o contaminación, el agua puede ser motivo de conflictos entre territorios. Grupo Noticias se suma a esta inciativa charlando con Patxi Casal Vélaz, director general de Alzola Basque Water, empresa radicada en el antiguo Gran Hotel Balneario homónimo de la localidad de Elgoibar.
El agua es un problema mundial
Patxi Casal es partidario de explicar con datos. Desde el espacio, la Tierra es ese planeta azul ocupado en un 70% por agua, 97% salada. Del 3% restante solo alrededor del 1% es accesible a las personas. “En términos generales estamos hablando del 0,007% del agua”, puntualiza el director general de Alzola. El ser humano está formado en un 70% por agua, lo que significa que “es fundamental para la vida” y hoy en día una de cada cuatro personas “no tiene acceso al agua”.
Para Casal “hay un problema enorme en casi todos los continentes y es que no se habla de los datos”, todo se analiza desde una perspectiva más emocional. Añade que “el factor más importante de desarrollo económico del mundo es el agua. Sin agua no hay desarrollo”. Tan importante es el agua en la sociedad y en el desarrollo que, según Casal, “las guerras futuras van a venir por el agua”.
"El factor más importante de desarrollo económico del mundo es el agua. Sin agua no hay desarrollo”
Otros datos a tener en cuenta son que la sequía está teniendo efectos devastadores a nivel global y nueve de cada diez fenómenos metereológicos adversos están causados por escasez de agua. Actualmente, seiscientos municipios españoles tienen alguna clase de restricción, con nueve millones de personas afectadas pero, nuevamente, hay que volver a las cifras. Solo el 10% del agua se consume en hogares y negocios, el 90% restante es para el regadío y la industria. Sin embargo, “fabricar un pantalón vaquero supone cuatro mil litros de agua”, puntualiza Casal.
“Fabricar un pantalón vaquero supone cuatro mil litros de agua”
Por si esto fuera poco, el agua que tenemos, principalmente a nivel superficial, la estamos contaminando cada vez más “en periodos de cinco años por diez” debido a múltiples factores entre los que se encuentra el crecimiento urbano y la generación de residuos que acaban alcanzando los niveles freáticos.
Un manantial único y frágil
La historia de Alzola y el agua nos retrotrae quinientos años, cuando era un puerto fluvial en el que confluían comerciando diferentes culturas y religiones. Con el paso de los siglos, los dogmas religiosos fueron cediendo terreno al conocimiento y en esta localidad creció la actividad industrial pero, también, la medicina, expandiendo la puesta en práctica de dos leyes fundamentales: “Lávate y vivirás mejor” y “Bebe agua separada de tus animales”.
Y en ese momento histórico, en el siglo XIX, aparecen los manantiales con propiedades medicinales. El de Alzola es de agua termal que aflora a una temperatura constante de 29ºC, sin cambio alguno a lo largo de sus más de 200 años de historia. Una rareza. Casal recuerda que “a nivel europeo solo quedan tres industrializados” siendo el de Elgoibar el más pequeño pero muy especial. Y es que desde que cae la gota de lluvia hasta que brota del subsuelo de forma natural pasan 25 años en los que recoge “todos los minerales de la tabla periódica de una forma muy equilibrada”, siendo beneficiosa para el sistema renal.
En su empeño de hablar “con datos”, el director general de Alzola pone como ejemplo, que el agua embalsada en los pantanos “perfectamente contaminados” pasa por veinte o veinticinco mil modificaciones químicas y físicas antes de llegar a nuestros hogares.
Guardianes del manantial
Pero, ¿qué diferencia una agua de otra? Dependiendo de su mineralización “todas la aguas son diferentes. No hay dos aguas iguales” aclara Casal. Otro de los factores distintivos de Alzola es que no pertenece, como más del 90% de embotelladoras, a ninguna multinacional centrada únicamente en la comercialización. Al ser una empresa pequeña, local, puede contar lo que hace, ejerciendo de guardianes del manantial. “Que se preserve. Y eso lo debería pedir la sociedad” concluye Casal
