Según los datos del Ministerio de Educación, 4.820 jóvenes rebotados del sistema educativo cursan Formación Profesional Básica en Euskadi. De ellos, 2.200 estudian en los centros de la Asociación de Centros de Formación Profesional de Iniciativa Social Abantean de Euskadi (Hetel), de los que el 60% consigue reengancharse al sistema educativo y prosigue su formación en Grado Medio. “Es una medida para facilitar su permanencia en el sistema educativo y se convierte en muchas ocasiones en la tabla de salvación a la que aferrarse estos jóvenes para encaminar su itinerario educativo, personal y profesional”, explicó ayer lunes el presidente de Hetel, Julen Elgeta, en la presentación de la Radiografía de la FP Básica en Euskadi.

Elgeta estuvo acompañado por el profesor del centro Salesianos de Bilbao, Joseba del Valle, el exfutbolista del Athletic Andoni Goikoetexea, además de varios estudiantes. Tras esta radiografía hay jóvenes faltos de motivación y autoestima, que llegan expulsados de un sistema educativo que les da por fracasados, y de una sociedad que tampoco les comprende. Y, sin embargo, según el último informe de empleabilidad de Hetel, el 53% consigue un empleo seis meses después de terminar sus estudios, que se eleva a un 70% si realizan formación dual.

Por su parte, Joseba del Valle explicó que detrás de esos datos hay historias, “muchas con un final feliz gracias a la implicación del profesorado y la transformación que se consigue en los chicos y las chicas, ya que para avanzar a nivel profesional es fundamental establecer una base sólida a nivel personal”. Del Valle destacó la importancia de mostrar la labor realizada en los centros que imparten Grado Básico, donde se prioriza la labor humana ante la profesional. Y en este sentido señaló la necesidad de contar con un mayor apoyo institucional, para establecer nuevas figuras –psicólogos, psicopedagogos, orientadores, profesores– “que ayuden a mejorar nuestra labor diaria”, ya que “hemos detectado un incremento en el sector educativo de problemáticas sociales, emocionales, que se han agravado tras la situación sociosanitaria de los últimos años”.

El exfutbolista Andoni Goikoetexea, coach de varios de estos estudiantes, dijo que más allá de un empleo o una profesión, “les hemos dado valores, donde el deporte base y sus valores también tienen que ver mucho con la formación, ya que deporte base al menos está considerado tradicionalmente un medio apropiado para trabajar los valores y el desarrollo personal y social; afán de superación, integración, respeto, tolerancia, disciplina, superación de los límites, responsabilidad y trabajo en equipo”.